Ya estamos a viernes y, todavía,
no he visto ni un nazareno, ¿qué es Semana Santa?, ¿por qué esta es una semana
santa y las demás no lo son?, ¿solo en esta semana se siente el fervor
religioso y el resto del año qué? Si lo que nos enseñaron era que al principio
estaban San José, la Virgen María y el niño Jesús, ¿Cómo que hay tantas Vírgenes
y tantos Cristos diferentes? Cada vez que nace una nueva Hermandad, tenemos una
nueva Virgen y un nuevo Cristo. De nuevo, la lucha de signos, los devotos de
tal Hermandad se identifican con sus imágenes, creen en su Virgen y en su
Cristo, ¿por qué no existe una sola Hermandad representando al único Cristo y a
la única Virgen, y todos los que sientan esa religiosidad salen juntos en una
única cofradía o procesión? Al final se impone, como en casi todo lo social, el
sistema de dividir a la gente. Todo está creado para dividir, para distanciar,
para enfrentar a la gente, porque la gente es el poder si se une. Entonces cada
barrio tiene que defender sus símbolos, y nosotros que somos muy apañados nos
prestamos a ello.
Nos están manipulando
constantemente, aunque algunos podáis pensar que le saco punta a todo. Es
evidente que el sistema va en una dirección, y triunfa, porque nos mantiene
desunidos y dispersos, pues en el momento que todos distinguiéramos entre lo
que es bueno y malo para nosotros, para nuestros intereses y nuestro bienestar,
y reaccionáramos todos juntos, el poder sería nuestro. Sin embargo, nos han
hecho creer que no se puede, que eso es una utopía y nos sirven en bandeja el
juego de la dispersión, al cual entramos como ovejas atontadas… y que me
perdonen las ovejas. ¿Por qué tengo que defender la Hermandad de mi barrio,
este o aquel equipo de futbol, este o aquel partido político, si soy uno con el
resto de la humanidad? Si soy uno con un todo, que es lo que muchos no ven ni
le dejan tiempo para que paren y lo vean, cómo puedo vivir distanciado de los
demás, viviendo egoístamente y según mis intereses, ignorando a los demás.
Esto que expongo parece una
tontería o una perogrullada, pero es la clave del asunto de por qué nos
manipulan como lo hacen. Es la base para que unos pocos sean los que ordenen y
muchos millones seamos los que obedezcamos. Sencillamente, no hemos abierto los
ojos todavía, los entretenimientos que nos sirven, no nos permiten pararnos a
reflexionar, y cuando lo vemos no nos podemos conformar sin más, no vale que
nos digamos que no se puede hacer nada, que esto es así, ¿dónde está el amor
propio? ¡No estoy en venta!, no soy de nada, no pertenezco a nada, no rivalizo
contra ti sino que estoy contigo para que machemos juntos hacia la sociedad que
queramos construir. Me considero inteligente como tú, no somos borregos que
caminan con la cabeza mirando al suelo. Miremos al frente y caminemos unidos, dejémonos
de intereses personales y egoístas. Lo que hoy nos niegan: la unión de toda la
humanidad, es invencible, es la fuerza, es el poder para conseguir la sociedad
que nos vengan bien a las personas, no a los dineros. ¡Piénsenlo!, todo está
dispuesto para que nos enfrentemos y discutamos, dando como resultado enfados,
diferencias y distanciamiento. Nosotros debemos darnos cuenta y estar por
encima de estas imposiciones. Igual que digo para la religiosidad podríamos
aplicarlo a la política, ¿por qué no hay un solo grupo político con la única ideología
que da sentido a la política: gestionar y conseguir el mejor país posible que proporcione
la mejor calidad de vida de las personas?
En todo es lo mismo, nace un
niño, nos han acostumbrado a asociar el color celeste para él. Si nace una
niña, lo propio es el color rosa. Crecen y a unos se les regalan muñecas, a
otros camiones, coches; ¿lo ven, desde pequeños nos diferencian, nos
distancian? Después no queremos una sociedad machista, ni una sociedad donde
unos pocos impongan la forma de vivir a la gran mayoría… pues considerémonos
iguales y solo personas, con el objetivo común de vivir, todos, cada día mejor.
Para ello, debemos hacer un reset en nuestra programación y unirnos en todo, o
esto o miseria, así de rotundo lo digo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario