¿Por qué tenemos que escuchar
durante varias horas la música que quiera escuchar nuestro vecino? ¡Esto es lamentable!,
el civismo se ha perdido. Había poco, pero ya queda menos. La gente se busca
que tengas que llamarle la atención, después de ello, se molestan. ¿Es que no
se dan cuenta que viven rodeados de otras familias, y que a cada una le
apetecerá hacer lo que le venga en ganas en su casa, sin tener que recibir
durante horas la música que a ti te gusta, ¿no lo entiendes?
Esto se da con demasiada
frecuencia porque la gente se cree con todo el derecho de hacer lo que quiera
en su casa, y esto no es así. Vivimos en comunidad, unos arriba, otros abajo o
al lado de otros, y si somos ruidosos las otras personas lo sufren… pero hay
verdaderos animales… gente muy bruta. Incluso puede haber el que lo hace a
sabiendas para molestar al de al lado, pero al mismo tiempo fastidia al de
arriba, al abajo y al de enfrente… no se puede ir por la vida con esa
despreocupación y desconsideración. Para vivir en sociedad hay que estar
medianamente educados, y podemos comprobar que hay mucha gente tan egoísta que
solo va a lo suyo.
Igual sucede con los perros del
vecino cuando no hay nadie que les corrija y les eduque. Hay casas en las que
los ladridos son continuos y jamás oyes a nadie que les llame la atención a los
perros. A veces también son horas de ladridos que se meten por tus ventanas,
entran en tu salón y comparten la película, la lectura o lo que quiera que
estés haciendo. Ahora llega el calor, dejamos las ventanas abierta para que se
refresque la casa, y todos los sonidos transitan las habitaciones… debemos
tener mucho más cuidado para no molestar a nadie. Es casi una obligación de
todos velar por la tranquilidad, pues al fin y al cabo, la tranquilidad es sinónimo
de salud y paz. Lo contrario es alteración, excitación, enfado y agresividad.
No debemos molestarnos, deberíamos
cuidar los unos de los otros, como hacemos con nosotros mismos. Necesitamos que
nos recuerden que no debemos hacer a nadie lo que no queremos que nos hagan a
nosotros. Hagámosle la vida placentera al prójimo y todos saldremos ganando en
cuanto lo apliquemos cada uno de nosotros. El mundo está como está por hacer
todo lo contrario, por excedernos en egoísmo, por delimitarnos en el proceder
para conseguir que todo sea como a nosotros nos interesa, sin importarnos un
bledo lo que venga bien a los demás. Tener a los demás en consideración, ser
más humano y menos animal, es un valor esencial de las personas que comienza a
rozar el amor. El amor es necesario sentirlo y compartirlo para crear una vida
más hermosa para todos, al mismo tiempo que fomentamos la cordialidad, la
generosidad, la compasión, la cooperación, etc. Todo ello imprescindible para
una nueva sociedad más centrada, civilizada, educada y en la que se pueda vivir
relajadamente. Por mi parte lo estoy intentando, siempre trato de no
molestarte, haz tú lo mismo conmigo, verás que a todos nos irá mucho mejor. Yo
procuraré quedarme con mis ruidos, pero quédate tú con los tuyos.
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