En el blog yo lo veo, cada día menos gente se interesa por los temas políticos, creo que la gente está bien harta, no quiere oír más sobre el tema. Es la impotencia a la que muchas veces he hecho alusión, la gente no ve salida, estamos cogidos por las partes nobles y tenemos que respirar al ritmo que nos marcan, así está el asunto con sus leyes y con su desconsideración hacia los ciudadanos... ¡lo entiendo! Si te gusta la política, no sigas leyendo, no vaya a ser que se hieran tus sentimientos.
Sin embargo, y sin querer ahondar más, de verdad, tan solo citar algo que le escuché a Pablo Iglesias cuando vino y nos ilusionó, antes de defraudarnos, "Si no te importa la política, otros vendrán y la harán por ti". Una frase que anima a seguir de cerca el asunto político, pero que encierra el imposible de que no podemos cambiar nada si las reglas del sistema no cambian. Si los de siempre van a seguir conservando todo el poder para ellos y para hacer lo que ellos quieran y digan. Entonces es cuando viene al pelo otra frase que dijo el mismo personaje: "Hay que empoderar a la ciudadanía", pero evidentemente nunca lo hizo, incluso habiendo sido Vicepresidente del Gobierno de Sánchez. Al tomar el cargo, todo se fue diluyendo, del mismo modo a cuando le pusieron la trampa de entrar en el tablero político, antesala de su conversión en casta, que fue cuando le hicieron pasar de la lucha en la calle (15M) al Congreso, a formalizarse como partido político... ¡Cómo fueron capaces de eliminar aquel movimiento auténtico de unión ciudadana! Un movimiento que sigo teniendo en la retina y en la memoria, la gente reunida en las plazas de todas las ciudades españolas, de Europa y de medio mundo, y los poderosos comenzaron a temer la revuelta total contra sus chiringuitos, el paso autónomo e independiente de los ciudadanos del mundo, y nos la jugaron con la invitación a la política mafiosa y corrupta habitual, del día a día, la de los privilegios y las grandes prebendas y mamandurrias, la de las distinciones de clases, la del alejamiento definitivo del populacho, y los elegidos fueron seducidos.
Nos han dejado como estábamos o peor, porque poner la ilusión en unos que difundían un mensaje nuevo y renovado, para comprobar poco después que eran más de lo mismo, provoca la desafección hacia todo lo que tenga que ver con la política. Ellos muy contentos, los que mandan, los que se reparten el poder y nuestro dinero, porque se han quitado de encima el peso del contrapoder que empezaba a generar esa unión de los ciudadanos. Nos sucedió con PODEMOS, y yo lo acabo de vivir con SALF, Alvise no ha jugado en la línea que él proclama, por un lado regala parte de su sueldo, pero por otra ha jugado como los demás partidos de un modo ilícito con dinero negro, o sea, financiándose ilegalmente, como hacen todos los demás, pero que no nos venda que él es diferente, que él combate la corrupción, y después incurre en ella. ¿Qué tendrá el escenario político que es tan deseado por los que aspiran a un lanzamiento social, laboral y a enriquecerse? Donde unos ven políticos, yo veo saqueadores de camino, atracadores, dictadores, chorizos y estafadores, que suelen hablar mucho de transparencia, pero que no tienen ninguna.
Seguiremos...
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