Comprendo que arrancar con ese título ya estará creando en la mente de algunas personas que vamos a hablar de comunismo, porque a la gente le gusta calificar todo en lugar de razonar lo que se exponga. Yo pienso que lo privado es una anomalía porque considero que todo es de todos y que lo que ha sucedido a lo largo de la historia es que algunos se han apropiado por la fuerza de parte de ese todo. Trasladándolo a la sociedad actual, minada como está de entidades privadas, yo sigo pensando que lo racional sería que todo fuese de todos, que si ponemos dinero cada uno es para conseguir algo, un fin, que nos produzca bienestar a todos, y para ello entre todos debemos abonar los gastos del país. Esto se ve normal, y casi se legisla así, al menos en cuanto obligaciones, aunque como siempre, llegan los privados, potentes ellos, monetariamente hablando, e imponen reconocimientos particulares, formas de tributar diferentes y más ventajosas que para el resto. Presionan a los gobiernos, los financian por detrás, les dan comisiones y empieza el juego corrupto entre empresarios a los que les favorecen con las adjudicaciones públicas, y los políticos a los que untan sin que nadie se entere.
Lo privado pervierte y corrompe, la sociedad solo debería ser como una comunidad de ciudadanos que deciden qué hacer, hacia dónde marchar, y ponen su dinero para conseguirlo, sin intervención de ningún ente externo a dicha comunidad. En estos días hablan la gente de rebajar los alquileres, y esto sucede porque los que gobiernan no han previsto qué número de viviendas hacen falta en régimen de alquiler según la demanda existente. Pues de haberlo hecho, lo lógico, para servir a los ciudadanos necesitados de esta forma de alojamientos, es tener construidos igual número de viviendas para satisfacer tal demanda a precios bajos o sociales, como muchos le llaman a los alquileres económicos. Si esto fuese así, ningún particular alquilaría una vivienda, y mucho menos por el precio actual por el que desea alquilar, dejaría de ser un negocio de particulares. Cuando yo era pequeño, había clubes de compra, economatos se les llamaba por esta tierra, lugares de venta de productos necesarios, principalmente alimentos y ropa a precios más asequibles. La gente se hacía socia de esos economatos y la compra regular, semanal o mensual se hacía en esos lugares. Esos centros de compra bien podrían ser actualmente de la Administración Pública, para favorecer a los ciudadanos, evitando intermediarios que aplican usura en sus precios, encareciendo horriblemente la cesta de la compra, incluso de productos necesarios y básicos como los alimentos, combustibles, ropa, calzado, etc.
No habría que dar lugar a que prospere lo privado, porque se puede organizar el mercado público con el fin de servir a la gente, que al fin y al cabo es el primordial objetivo que tiene que mantengamos a los políticos con el dinero que es de todos. Personas que de verdad nos deberían representar y gestionar con honestidad para conseguir el bienestar que se merece toda la población, mediante unos servicios públicos excepcionales y un progreso adecuado del país, en cuanto a ser avanzado en tecnología, investigación, educación, formación, etc. Que hace falta un banco, pues un banco público. Que hace falta una industria de tal o cual producción, pues una industria pública, que además de surtir a nuestra población de ciertos productos, da empleo a nuestra gente. Es muy fácil si se hace con profesionalidad, decencia y honestidad, ¿Dónde están los hombres y mujeres así?
En el fondo, lo privado es una anomalía, no tiene objeto de existir, no hay nada que haga lo privado que no pudiéramos hacerlo entre todos nosotros. Hace falta la voluntad para comprenderlo, ¿por qué un individuo puede lograr ser magnate de tal o cual negocio, y no va a poder serlo el conjunto de un país, con el único fin de dar precios asequibles a la población? A la gente hay que dejarla de ver como fuente de beneficios para terceros, o como simples engranajes de la cadena de producción de la industria privada, o "esclavos" de un sistema liberal salvaje que todo lo traduce en billetes y cuentas corrientes, cuando no en paraísos fiscales y demás delitos monetarios.
Seguiremos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario