¡UN CAHONDEO!
Hoy quiero hablar de algo que a todos os habrá sucedido alguna vez, tratar de realizar alguna gestión con alguna industria, o más comúnmente con algún ente público, y no tienes forma de hablar con una persona y entenderte con ella. Hace unos días mi hijo mayor adquirió un vehículo de segunda mano y decidió realizar todos los trámites pertinentes por Internet. La DGT tiene habilitada la Sede electrónica para hacer trámites como el indicado, entró primero en Hacienda a liquidar el impuesto de transmisiones Mod. 621 y, posteriormente, en la DGT rellenó el formulario para cambio de titularidad de un vehículo, pagó la tasa pertinente de unos 55€ y adjuntó los documentos requeridos, tales como: el mismo impuesto de transmisiones, el contrato de compraventa entre particulares, que era el caso, copia del permiso de circulación del vehículo y su ficha técnica. Tras hacerlo, puede guardar una copia de que ha realizado el trámite, pero de ningún modo un provisional para circular con el nuevo vehículo, y si comprueba en Mi DGT, en la aplicación de tráfico aparece su anterior vehículo, que sigue a su nombre, pero no el nuevo. A partir de ahí comienza la tortura de tratar de informarse si lo que había realizado servía para algo, conocer el tiempo en el que sería efectivo el cambio de titularidad del coche que había adquirido, si podía circular con él, etc. Si llamaba a la Jefatura de tráfico de Sevilla, no te descolgaban, sencillamente. Si llamaba al 060, además de tener que pagar por la llamada... ¡Vaya servicio a la ciudadanía!, solo te pasaban con una máquina que te daba decenas de opciones, ninguna la que pretendía, y por mucho que dijeras que deseaba hablar con un operador, solo lograba que hiciera un bucle, te recomendaba que utilizara la Sede electrónica de la DGT o volvieras a llamar al 060.
Desde ese momento, con el coche antiguo medio vendido, y el nuevo en la puerta sin atreverse a usarlo, comenzamos una búsqueda en Internet y te vienen ciertas páginas web que al parecer nadie controla, que en su URL aparece la sigla DGT, pero que son atendidas por personas extranjeras que se esfuerzan por hablar español, haciéndolo regular, lo cual te extraña una barbaridad, y después de marear un poco la perdiz para convencerte de que has llamado al lugar correcto, te dice que la información te la darán si marcas un 801..., es en ese momento, que le digo a mi hijo: "Ni se te ocurra, eso suena a estafa". Mi hijo cuelga, yo me pregunto mentalmente cómo es que esas web están ahí y nadie las controla, por qué los gobiernos y los cuerpos de seguridad no nos mantienen libres de estafadores, y mientras tanto mi hijo hace una consulta sobre el 801... que le habían facilitado y la información que obtiene de Google dice que es una estafa que te clavan no sé cuanto dinero solo por descolgarte al otro lado. ¡Ay, la intuición cómo es!
Le digo, no te conformes, coge una cita presencial con la DGT, y me dice lo he intentado pero me la dan en Cádiz, en Sevilla no hay... ¡a más de cien kilómetros de casa!, solo para que me digan si los trámites efectuados según indican en su web, admitido por la misma, abonado y comprobado en la cuenta bancaria que lo han cobrado, etc., son válidos, si puedo circular ya con el coche... ¡No hay nadie que se ponga a un puto teléfono y te diga algo de lo que ellos hacen de un modo incompleto, pues deberían expedir de inmediato un permiso de circulación provisional si todos los pasos requeridos fueron satisfactorios, por Internet no es así y te jodes. Lo peor es que quedas en el limbo, no sabes qué hacer y cómo solucionarlo. Recordé en ese momento que el hijo de un vecino había realizado todos los trámites de cambio de titularidad de una moto hacia unas semanas, según me indicó su padre en un encuentro que tuve con él, y le dije a mi hijo que le llamara y se informara cómo le había ido. Como mi hijo conocía a esa persona por ser vecina, le llamó y tan solo le corroboró estar en las mismas condiciones de desinformación, que tampoco había logrado saber más, y que él estaba, desde entonces, circulando llevando encima el documento de que había realizado los trámites on line a través de la Sede electrónica de la DGT. Así como no quedaba otra, mi hijo ha hecho lo mismo y ha empezado a mover el coche porque lo necesita para ir a trabajar y realizar sus gestiones cotidianas.
Estamos con la inteligencia artificial y con la deshumanización del trato público con las instituciones públicas, que en lugar de ofrecer servicios de calidad y atención al público, se desentienden poniendo máquinas con las que te las tienes que ver para que les filtren las llamadas, pero ante las que no te entiendes en cuanto tienes que consultar un estado que la máquina no tenga previsto, incluso bloqueando el paso hacia las personas que trabajan en ese ente, pues hay otras máquinas que te dan la opción de pasarte con una persona para que puedas plantearle tu consulta, pero en el asunto de la DGT, no es posible. ¡Vamos de mal a peor! Pagamos impuestos, pagamos ITV y todo lo que quieran sacarse de la manga los políticos, pero dar el mejor servicio nada de nada, eso les queda muy lejos.
Seguiremos...
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