Voy como todo el mundo, a base de gastar dinero en aquello que quiero o necesito, pero no dejo de reconocer que es como llevar continuamente una soga al cuello. Para muchos es la competición del día a día, tratar de ganar más y más dinero, vender más, hacer más trabajo, para otros: explotar más a sus semejantes, invertir mejor, etc., estoy un poco cansado de todo este inframundo. Es una forma primitiva de comportamiento, la lucha por cubrir las necesidades, el llegar a fin de mes, la preocupación continua, el tener que dar la talla cada día, hacer tareas que no te satisfacen, pero es el trabajo que has logrado tener, etc.
La civilización, la humanidad, tiene todo lo necesario para cambiar drásticamente, para tomar otro camino, para poner en marcha otra forma de sociedad y llegar a ser feliz. Tenemos capacidad para ello, debemos utilizar nuestra inteligencia para conseguir vivir bien sin excluir a nadie. El dinero es un gran problema en el mundo, es el que marca las grandes diferencias: pobreza, riqueza, y todo existe en la naturaleza, es de todos, es de toda la humanidad, en los recursos no debiera haber propiedad privada, es fruto del Planeta para toda la humanidad. Podemos compartir lo que hay y distribuir adecuadamente la riqueza, una vida sin dinero es lo más correcto. Un sistema en el que todos contribuyamos en la medida de nuestras capacidades y podamos acceder a todo lo que seamos capaces de recoger, fabricar y repartir. Un sistema ordenado, centralizado, que sea justo y reparta por igual a todos los habitantes del Planeta, porque al fin de lo que se trata es de tener todo lo necesario y vivir dignamente, ser felices, etc.
Hace falta nobleza y conciencia. Es necesario nos relacionemos con amor hacia los demás, con respeto. Nos debe importar lo que le suceda a los demás. Tendríamos que desear para el prójimo, lo mismo que queremos para nosotros mismos y los nuestros, somos iguales. Habría que llegar a amar al otro, a los demás, que los demás tengan cabida en nuestra vida, en nuestros proyectos. Hay que educar desde la más temprana edad para ello, es lo que hay que fomentar, ese concepto de todo para todos y por el bien de todos. Que todos colaboremos con el sistema que establezcamos, y que todos podamos tener todas las necesidades cubiertas. Por colaborar, que tengamos una tarjeta magnética que se pone al día con cada colaboración con el sistema, y esa misma tarjeta nos permite realizar nuestras compras, sin dinero, a cambio de haber cumplido con nuestras colaboraciones al sistema. Como todos intervendríamos, aunque siguiéramos haciendo lo mismo que sabemos hacer, con hacer una colaboración, tal vez de un par de horas, sería suficiente, tampoco hay que fabricar de más, no hay que almacenar innecesariamente, nadie fuerza a comprar o vender, solo se reponen las estanterías de los establecimientos. Todo sigue haciéndose parecido a como hoy sucede, pero sin dinero, sin lujos, normalizando las producciones, no hace falta que haya doscientos modelos o artículos de todo, se reduce la producción y todas las fábricas que vienen elaborando tales o cuales productos, ahora fabrican los mismos, los que se determinan serán los existentes para todos.
Se puede conseguir, estoy seguro de ello, al menos preparado para pensarlo e imaginarlo. El dinero ha de desaparecer, pues es el mal de muchos temas, el resto se puede seguir haciendo como se viene haciendo hasta el momento. Todos seguimos con nuestras tareas actuales, pero por mucho menos tiempo al colaborar todos los ciudadanos. La gente a partir de aquí empezará con el cuento de que es un rollo que tengamos las mismas cosas, que podamos ser iguales, que se acabará la competitividad, que nadie querrá esforzarse en estudiar si va a conseguir lo mismo que otros... ¿Estudian hoy día por vocación, o para conseguir pasta? Si no es por vocación, no sirven a nadie más que al dinero. Otros dirán que se acabó la competitividad y el progreso, pero es rigurosamente falso, ahora el que investiga avanza lentamente, en función del dinero que les llega, y lentamente porque solo va en una dirección. Sin embargo, cuando no haya dinero por en medio, los grupos colaboradores no tendrán ningún problema o reparo, ni interés monetario en compartir datos e investigación, y podrán conseguir fines más ambiciosos, seguramente en menor tiempo.
Seguiremos...
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