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Es corriente que la gente proponga que hay que salir a la calle a manifestarse. Es usual que la gente piense que las cosas hay que obtenerlas por la fuerza, pero cuando se tiene enfrente a un poder perfectamente orquestado y respaldado por policía y ejército, siempre le concederá al pueblo lo que tenga a bien, el resto que no sea de su interés lo defenderá por la fuerza. Lo que cae por la fuerza, siempre podrá ser derrocado por la fuerza. Tan solo puede triunfar la humanidad sobre los cimientos de una buena educación que alcance a todos. Una sociedad sin educación ni valores humanos, está abocada al fracaso, tarde o temprano. Los principios tienen que estar integrados en el proceso educativo durante toda la vida de los estudiantes, para que cuando abandonen los centros de formación lleven hecho un trabajo interior importante, que a mi manera de entender, es la forma de fomentar la conciencia para que quepan los demás. Una mirada egoísta, corta, cerrada, en la que solo tengan cabida sus allegados, es como hacer una travesía sobre unas tablas en medio de un océano enfurecido; el peligro estará acechando en cada instante.
Por qué perder el tiempo en luchar, pelear, enfrentarnos, esto no tendrá nunca fin. Llegarán otros que disconforme con las normas quieran unas nuevas y propongan más lucha, más enfrentamientos. La violencia devuelve violencia, represión, malestar, ofuscación, y en cuanto los que se sienten oprimidos puedan, se rebelarán. Hay que llegar a comprender al otro. Hay que respetar en grado sumo a los demás. Hay que proyectar una sociedad cuyo objetivo sea que todos podamos vivir bien. Que todos tengamos las mismas oportunidades, que todos podamos trabajar y tener unos ingresos suficientes para satisfacer todas nuestras necesidades esenciales y algunas otras no fundamentales. La condición de ser explotados por otros, de hacer trabajos mal pagados mientras que los dueños se forran, tiene que cambiar. Si a cada uno le importara el bien de los demás, se arreglarían casi todos los problemas que existen en el mundo.
Si en lugar de unas redes sociales caldeadas y llenas de comentarios, rencillas y descalificaciones, se procurara aportar ideas para conseguir esa sociedad consciente y educada, como manera esencial de gobierno en el que podamos interactuar en tiempo real y donde se impongan medidas, normas o leyes que busquen el bienestar de la ciudadanía, a todos nos iría mejor. En la actualidad hay medios tecnológicos para poder automatizar la acción de gobierno dirigida por los ciudadanos, evitando la mano de los corruptos actuales, el saqueo al que nos vemos sometido y la tendencia de beneficiar solo a unos pocos. Solo un trabajo interior realizado desde la infancia y que nos acompañe toda la vida, nos acerca al ser más humano que podemos llegar a ser. Ese trabajo interior se debe integrar en el sistema educativo, pero ¿quién lo prescribirá, si el que tendría que hacerlo, o no sabe nada de ello, o solo se mueve por el mismo egoísmo económico de la organización que le facilitó ocupar el puesto de trabajo que desempeña? Es complicado tratar de hacer finas piezas de orfebrería con bisutería de la mala.
Para finalizar retorno al principio cuando argumentaba que la fuerza no es el camino, aunque muchos indiquen que solo se consiguen derechos ejerciéndola. Piensen, yo al menos estoy convencido, que ellos nos hacen creer que así es, entonces ante la batalla campal en las calles aflojan las manos y permiten que algo se deslice, pero si quieren hacerlo. El que tiene el poder porque le ampara sus leyes, hechas a propósito y con intención para asegurarle sus privilegios, mas cuenta con los cuerpos de seguridad y ejército para utilizarlos como le venga en ganas… ¡piénsenlo!, dan las migajas que quieren para que la gente se calle. La verdadera solución a los problemas de la gente se produce cuando la gente ha crecido interiormente y le importa lo que le suceda a los demás, cómo vive la gente y tal como ella misma desea vivir mejor, lo procura también para el prójimo sin distinción de clases y sin objeciones de ningún tipo.
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