Imagen: verne.elpais.com
El otro día escuché en la radio
que el PSOE se oponía a destopar los dineros por los que se puedan pagar
impuestos. Resulta que cualquier trabajador paga un tanto por ciento de sus
ingresos, en concepto de impuesto de IRPF, pero a los que ganan cantidades astronómicas
solo se les hace pagar hasta los cuarenta y cinco mil euros. Quiere decir esto
que cuando una persona gane por encima de ese importe anual, supone para
Hacienda dinero negro, aunque legal en este caso por la gracia de las leyes.
Pienso que si sacas más de la sociedad, deberías abonar más en impuestos y, por
supuesto, en la misma proporción en la que lo hacemos los demás, creo que es lo
justo.
Hace un par de días Rato entró en
prisión y dio unas declaraciones en la entrada, vino a decir que lo sentía
mucho, que había cometido errores, que pedía perdón a la gente que podía haber
afectado. Ahí se quedó la cosa, llamó errores a los delitos cometidos, y pide
perdón pero en ningún caso pronunció lo que sería de esperar: resarciré a la
sociedad española y a las personas afectadas con el dinero que les he robado, ya
que mis decisiones hicieron que perdieran sus ahorros. Eso es mucho pedir, en
España pedir que los chorizos repongan el daño, no solo que vayan a prisión
sino que devuelvan lo robado, por el momento, es mucho pedir. Hay que esperar a
la España justa que quizás algún día habrá, aunque la esperanza flaquea por la catadura
moral de nuestros políticos, que al fin y al cabo son los que tienen que hacer
las leyes para que las cosas sean distintas.
La política en España está echada
a perder, hay guerra, hay insultos, pero es casi nula su efectividad de esta
panda de amorales públicos. Luchan por el poder, pero no trabajan por la ciudadanía y estamos hartos
de que esto sea así. Empezamos a sentir el efecto bourning, estamos quemados de
tanta burla, de tantos choques y de tantas pérdidas de tiempo. Esto no puede
seguir así, no todo se reduce a la lucha
de derecha e izquierda, o monarquía o república, no va de modelos y
direcciones, va de humanidad, va de personas, va de problemas por solucionar,
va de vida, va de amor, y va de mandar a la mierda a todos los que se merecen
estar muy lejos de los mandos y hasta de España. Los inútiles no aportan nada,
no arreglan nada, no nos valen para nada, solo saben llevarse el dinero
mientras el tiempo transcurre y se llenan los bolsillos, no os queremos con ese
talante de delincuentes encorbatados.
España necesita personas
integras, honestas, respetuosas, dispuestas a colaborar por encima de sus
ideologías, por el bien y para hacer el bien. No podemos seguir tachando de utópico
todo aquello que roza el sentido humano de la sociedad. Se ha de implantar ese
sentir por encima de cualquier otro, nos deben importar los demás, la sociedad
ha ido demasiado lejos en una dirección que a nadie nos hace bien. Se cometen
demasiadas atrocidades en nombre de no se sabe bien qué objetivos. Todo está
demasiado convulso porque muchos han perdido el rumbo de la verdad, todo esto
se ha deshumanizado en exceso. Hay que retornar al ser interior, hay que volver
a tener sentimientos dignos, hay que volver a sentir compasión por los demás,
hay que ser generoso y ayudar. Hay que colaborar para poder alcanzar nuevos
propósitos, mejores y más importantes para todos. Hace un momento entrevistaban
en la radio a un grupo de investigadores que trataban de encontrar medicamentos
que ayudaran a niños desahuciados por el sistema sanitario, niños que sufrían
enfermedades desconocidas e incurables, pero no podían avanzar como quisieran porque
carecían de fondos para seguir trabajando puesto que no conseguían sponsors
privados, justo al oírlo me pregunté por qué no eran importante esos niños para
la Administración, por qué la Administración no ponía dinero en un tema tan
crucial… deja que se vayan muriendo, aunque se oponen a la eutanasia, al menos
hasta ahora… ¡vaya hipocresía! Hay tanto por hacer…, por eso no es entendible
la guerra que se traen, todos los que están en esa actitud bélica no sirven
para nada, no tienen argumentos y necesitan llamar la atención haciendo
explotar tracas verbales, insultos, mucho bla, bla, bla, porque no tienen
ninguna solución que poner sobre la mesa.
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