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La economía
mundial se va a tomar el viento fresco, se ha tomado unas vacaciones, China se
paraliza cerrando puertas y ventanas al resto del mundo, el Mobile World
Congress también se ha ido a hacer puñetas, mientras tanto, la prensa nacional
y el resto de medios de comunicación solo saben hablar de Delcy, Ábalos y el surrealismo
del que he dado en llamar el acoso y derribo del gobierno actual…, algo así
como el deporte político nacional cuando no se está al mando. Ya no hay más
mascarillas que servir en las farmacias, la industria no tiene capacidad para
servir la demanda mundial de tan antiestético modelito con el que se ha de
transitar por las ciudades con riesgo de contagio de la tan temida enfermedad vírica.
La industria china está paralizada, los trabajadores no asisten a sus puestos
de trabajo, lo han cambiado por las interminables sesiones de enclaustramiento
dentro de sus hogares. Ahora hemos inventado la cuarentena de catorce días,
cuando siempre fue de cuarenta días, de ahí su nombre.
Curiosamente
se da marcha atrás con el evento tecnológico antes mencionado, al tiempo que se
celebran o preparan otros mega eventos en otras zonas de Europa y del mundo,
que van a tener tanta o más afluencia de público que el anteriormente citado
que se iba a celebrar en Barcelona. Nadie puede llegar a comprender cómo
algunas empresas se retiran del Mobile World Congress, al tiempo que asisten a
esos otros eventos que de suponer algún riesgo, me imagino, será de la misma
magnitud. La presidenta de la Comunidad de Madrid anunció hace unos meses que
iba a hacer todo lo que estuviera en su mano para traerse esa celebración tecnológica
a Madrid… ¿habrán movido hilos los del PP, que tanto se relacionan con los
empresarios para hacer sucumbir esta edición del evento? Ahí queda en el aire,
como dicen otros: “ahí lo dejo”, creo que es parte del mensaje de algún spot
publicitario de la ONCE.
Si le hicieran
una auditoria a la gestión económica de cada uno de los países y a las cuentas
personales de todas las autoridades que hayan intervenido en la gobernación de
sus territorios, veríamos cuánto del dinero público se ha quedado por el
camino, más bien en bolsillos ajenos, cuentas privadas y en paraísos fiscales.
Al tiempo que esto ha sucedido y sucede, tenemos a ese otro medio mundo pasando
necesidades, el drama, por tanto, no es que caigan mega eventos millonarios
sino que siga medio mundo muriendo por falta de alimentos, medicinas y diversas
atenciones básicas. Podemos concluir que gran parte del mundo se ha vuelto loco
y excluyente, aunque continuamente nos susurren al oído términos como servicios
sociales, cohesión, ayuda a la dependencia, etc., muchos de ellos inexistentes
o inoperantes, aunque sus nombres estén grabados en placas, en las puertas de
ciertos centros públicos de la Administración. De esto hay mucho de lo que
hablar, estamos permitiendo con el sistema absurdo de dictadura velada impuesto
por los que se han hecho del poder, que toda esta falta de mirada a los más
desfavorecidos del Planeta repare en sus carencias y en sus problemas, nos
creemos ser el ombligo del mundo y todo se ha resumido al dinero que cada uno
es capaz de ganar para destacar sobre los demás, comprar el coche más lujoso o
potente, la vivienda con mayor superficie situada en la zona más cara y exclusiva
de nuestras ciudades, mientras el drama humano continúa. Nosotros somos parte
de ese todo aunque lo ignoren muchos, su dolor es nuestro dolor porque él se
transporta por el viento que todos respiramos, igual que cuando algún Estado
decide masacrar a otro y a toda su población… la tragedia no se queda contenida
entre las fronteras de ese país, de alguna manera traspasará nuestra epidermis
y quién sabe los efectos negativos que pueda iniciar en nuestro interior.
Quizás algún día seamos más humanos y fantásticos para con los demás. Los
problemas del mundo, todos, todos, tienen solución, tan solo hace falta que
cambiemos, que tengamos más en cuenta a los demás, que dejemos de hacer daño a
los demás, que nos saneemos mentalmente.
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