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Esta mañana
cuando salí de casa iba escuchando la radio, dieron una noticia que decía como
sigue: “Los políticos habían hecho una comisión para investigar los niños
robados al nacer en la posguerra”, están dispuestos, según continuaba la
noticia, a hacer una ley con carácter retroactivo para condenar a los
infractores. No digo que no haya que hacerlo, pero yo siempre he visto la
necesidad de investigar, incluso auditar, la corrupción política de todos los
tiempos e, igualmente, condenar a los corruptos y reclamar nos sean devueltas
las sumas saqueadas al erario público. Estamos sumidos en una gran crisis
económica y endeudados hasta las cejas, nos han sido robadas cantidades
ingentes de dinero, tanto por el dictador que se apropió de todo cuanto pudo
como por parte de los diferentes gobiernos y políticos que ha aprovechado su
cargo público para medrar el dinero que era de todos. Hemos tenido políticos
que han intervenido por su cuenta y beneficio en la privatización de empresas estratégicas
que eran públicas. Hemos tenido políticos que por meternos en la Comunidad Europea,
no tuvieron ningún reparo en desmantelar parte de nuestro tejido productivo e
industrial, o frenar nuestra producción agrícola, ganadera, pesquera o minera.
A todos esos traidores de todos los partidos, corruptos que han metido la mano
en la caja y que han contribuido a frenar el progreso de nuestro país, no hay
quien les pida responsabilidades por sus fechorías, por sus delitos. Varios
partidos: PSOE, VOX y PP se niegan a que se investigue a Felipe González por el
caso GAL, que no estaría mal y que se le
investigara por todo cuanto perjudicó a España por su obsesión temprana de
incluirnos en la Comunidad Europea. Casi los mismos, se oponen a investigar la
corrupción del mayor subvencionado del reino, para nuestros políticos el robo
de dinero público es como la obligación primera con la que hay que cumplir al
llegar a tocar poder. Ninguno pide justicia, ni que se resarza a la ciudadanía.
Tienen reparos y les puede la cobardía para exigir que los infractores fiscales
cumplan con su obligación de contribuir, como hacemos todos.
Cuando los
otros políticos hablan en defensa de políticos delincuentes, ellos se ponen a su
altura, a la de los chorizos de su partido y de los partidos vecinos, total,
tanto monta, monta tanto, son una camarilla que se acercan a los micrófonos para
mentir y desviar la atención de la ciudadanía. Hablan haciendo corporativismo, solidarizándose
con los corruptos, buscando su perdón y su olvido, sacándoles de escena, justificándoles
de un modo imposible… ¡son bandoleros!, y ninguno son del palo que dicen ser,
pues lo que más les tira y les hace posicionarse son los intereses del momento
para perpetuarse en el poder, tratando con cada acción de captar votos. Eso es
lo que más importa a nuestros políticos, estar en campaña continuamente, hacer mítines
constantemente desde cualquier tribuna.
En manos de
esos traidores están las Instituciones del país, el zorro está al cuidado del
gallinero, la mafia dice representarnos, los delincuentes corruptos se dan
cobertura unos a otros, tenemos mal arreglo como país si las políticas las van
a seguir dictando los inútiles que suelen protagonizar el reality parlamentario
al que llamo: “Sálvame político”, pura basura sin directrices algunas, sin
proyecto de país, navegando a la deriva, legislando de ocurrencia en ocurrencia
y con cobardía manifiesta. La ilusión se nos ha caído al suelo, hay demasiados
guardando la espalda a esquilmadores, a defraudadores, a esos que estaban en la
lista que Pedro Sánchez decía iba a publicar hasta que vio detenidamente cuales
eran los nombres y apellidos de los infractores contenidos en la misma.
¡Arrodillarse,
seguid arrastrándose!, ¡gusanos!, no tenéis honestidad, no sois dignos de
representar este país ni a su pueblo.
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