Se empieza a escuchar por distintos medios, que Europa aprieta para que España cumpla con el déficit marcado por la UE y que ello repercutirá negativamente sobre la subida de pensiones, sobre las partidas dedicadas a educación, protección social, sanidad, etc., o sea, todo aquello que representa bienestar y futuro para la gente y el país. Toca repetir aquello, de cuando río suena, agua lleva, y esa presión sobre el Estado español está reñido con una administración gruesa, demasiado engordada con cantidad de gente metida a dedo, con cantidad de puestos de trabajo inventados e inservibles, con sueldos abultados de mucha gente que no produce, con políticos con salarios elevados, todos por lo general muy alejados de los salarios que perciben el noventa por ciento de trabajadores de cualquier empresa. Gastos e inversiones abonados por dos o tres veces su valor real por los motivos que fueren, y comisiones devengadas de gastos e inversiones, que van a parar a manos particulares, a cuentas en paraísos fiscales, a carteras de algunos y cajas fuertes de otros. Son una fábrica de dinero negro para financiar a sus partidos. Esto es lo que tenemos, pero sepan que las consecuencias de esa pésima gestión la vamos a pagar entre todos con precariedad, con peores condiciones laborales, con peores prestaciones, con más retrasos en las ayudas a la dependencia, con peores condiciones en todos los servicios públicos porque no llegarán a igualar la demanda de la población, etc.
No sé si Sánchez, junto al conflicto de los negocios turbios de la mujer, el espionaje de Pegasus, y el sentirse cogido por sabe usted aquellas sus partes, fintó, como en el deporte, el seguir al frente del Gobierno y tener que apechugar con los mandatos que están al llegar de la UE. Una imposición que pondrá, una vez más, a la vista, su mala gestión, como la de todos los gobiernos que se han acostumbrado a vivir por encima de nuestras posibilidades, a base de los dineros enviados por Europa, así lo sabe hacer bien cualquiera. Además, para empeorar la situación, está el compromiso por orden de EEUU de gastar más todos los años en armamento para la defensa de la UE, para seguir en el club de la Unión europea y de la OTAN. O se suben impuestos, o se va todo al carajo, pero claro eso va en contra de las promesas de todos los políticos de abaratar la carga fiscal a la ciudadanía, como si fuéramos tontos y no fuésemos capaces de saber que todo lo pagamos nosotros, y a mayores gastos, o se tienen mayores ingresos, o se aumenta la deuda pública, de ahí que en esa falsedad gubernamental de todos los que están y han pasado por los gobiernos, la deuda está donde está.
Si seguimos dejando que todos nos vapuleen con tal de pertenecer a tal o cual club, no tendremos ni soberanía como Estado, seremos correveidile de unos y otros, seremos una marioneta al servicio de lo que quieran los de afuera en cada momento. Nuestros políticos aún no se han parado a reflexionar sobre la forma de ser autosuficientes como nación, aunque sí dejen de trabajar para reflexionar cómo pueden afinarles sus asuntos personales.
Seguiremos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario