El gobierno va marcando travesía, ahora va a por el bloqueo del CGPJ, al cual ha contribuido con su inacción y su falta de prevención, pues tiempo han tenido tanto PSOE como PP para legislar una fórmula que evitara el bloqueo que sufre desde hace más de cinco años. Un bloqueo incomprensible, puesto que los nombramientos se hacen para cinco años y llegó el momento de escisión de dichos puestos de trabajo y siguieron pagando a esos jueces, pues claro así, ellos siguen, no se mueven y el dinero les llega a sus cuentas bancarias mensualmente. La pugna de los dos partidos mayoritarios, con trampa o no electoral, ese es otro tema, es la de poner y quitar jueces que vayan al Supremo, que serían los que les tendrían que juzgar a ellos cuando se les coge con las manos en la bolsa del dinero público, cuando saquean o roban, cuando delinquen de alguna forma, algo frecuente como hemos podido ver en las últimas legislaturas. Quieren, unos y otros, obtener el favor de que fueron ellos los que asignaron a dedo a sus jueces, para que estos les libren de las penas que corresponderían a los delitos que cometen, de ahí el interés por poner sus jueces, de ahí el bloqueo. Lo que ha significado tener un CGPJ caducado, pero que no ha dejado de cobrar del dinero público ni un solo mes, o se hubieran vuelto a sus casas o a sus ocupaciones privadas, si es que las tuvieran.
Es por ello, que de haber legislado a tiempo algo tan sencillo como que a la finalización de los nombramientos se han de sustituir automáticamente por jueces nombrados por jueces, o mejor aún, al menos a mí me gusta más, que se abra una bolsa para jueces que deseen acceder por ese periodo de cinco años al CGPJ, y se vaya llamando a los jueces de las primeras posiciones de la bolsa, por mérito y experiencia, lo que supondría que estarían en las primeras posiciones. Y ya está, nadie se vería comprometido ni señalado de haber metido jueces afines a sus partidos o amigos o conocidos. Y por supuesto habrían dejado de percibir salarios con fecha posterior a la caducidad del puesto de trabajo, algo que de por sí ya aseguraría las vacantes.
Después de esto, que no sé si el gobierno sabrá resolver con tanta soltura como yo, que no tengo interés ninguno en poner unos jueces u otro, he demostrado, quieren hacer callar las voces discordantes con los intereses del gobierno. Volvemos a tener que hablar de intereses, pues como sabemos aquí todo se debe a eso, a intereses de unos y otros. Por eso todo lo debía disponer la ciudadanía, que verdaderamente no entra en lucha de colores ni banderas o signos, y lo que quiere es vivir bien, ir segura por la calle, tener empleo, vivir en paz, y que nuestro país no se quede atrás, que progrese en todos los ámbitos. La soberanía reside en el pueblo, pero los medios y las normas no nos permiten expresarnos, otros, los supuestos representantes votados o salidos de los pactos que desvirtúan la decisión de los ciudadanos, lo impiden, nos han usurpado el poder que nos corresponde para que haya una verdadera democracia. Nosotros no elegimos a unos partidos para que legislen a favor de privatizaciones y de intereses ajenos a nosotros, o para que nos roben, o para tener que soportar su corrupción, o para que regalen nuestro dinero en lugar de dedicarlo a tener cada día mejores servicios públicos.
Ahora quieren manipular lo que se pueda o no decir por los medios paralelos a los que son propiedad de grandes grupos de desinformación y manipulación masivos, esos que se llevan grandes millonadas en publicidad institucional a cambio de sesgar la información y reconducir las convicciones de la gente. Quieren ir a por los canales alternativos de información, las redes sociales y todas esas personas molestas para los poderes porque les ponen en jaque, porque sacan sus miserias, porque hablan de temas que ellos prohíben recreen los medios oficiales, vamos a llamarles así. Esos temas o noticias que no quieren que lleguen a la ciudadanía porque nos moviliza en su contra, porque nos hace saber de sus tropelías y demás sinvergonzonerías, de sus acciones impropias de unos gobernantes, de unos representantes políticos. La libertad de expresión, Art. 20 de la Constitución se la piensan fundir con un decretazo irracional y totalitario.
Seguiremos...
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