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Han fabricado tanto fango, que todo lo han convertido en fango, y ahora se ven acosado por el fango, que no es más que el propio fango, su fango. La miseria de la política profesional es esa que está inmersa en fango, en mentiras, en totalitarismo, en casos de corrupción, en operaciones turbias por las que han venido percibiendo comisiones ilegales, han metido las manos donde no debían, y han sacado los pies del plato.
Es una pena y al tiempo un asco, pero eso es la política actual, un cúmulo de intereses donde poco o nada tiene que ver la ciudadanía, no mucho más allá que poner dinero para mantener este descalabro de sistema mafioso y corrupto por el que nos obligan, y al que debemos obedecer, o bien vienen los palos policiales, o bien las sanciones, porque eso sí, la justicia sí funciona contra la ciudadanía trabajadora o clase media baja, pero de ahí para arriba la justicia se va diluyendo como azucarillo en agua hasta desaparecer por completo cuando se trata de juzgar a altos cargos de gobiernos, apellidos reales, o todos aquellos que tienen a bien los mangantes que nos gobiernan en indultar.
¿Por qué hablamos así la gente de la calle?, porque es lo que percibimos, es lo que vemos, están metidos siempre en follones, y cuando no lo están se los buscan, legislan sin pie ni cabeza, sacan leyes incompletas o deficientes que empeoran la situación de la eficacia judicial, dejan libre a delincuentes, no se les puede juzgar por falta de pruebas robadas, por errores burocráticos, que vaya usted a saber si se cometen aposta para evitar los procesos y las sentencias... se lo digo claro, yo ya no me fio de nada, han pasado tantas cosas, hemos tragado tantas situaciones inverosímiles, que dudo de todos los tejemanejes de los impresentables que dicen representarnos.
Ahora la clave, y sobre lo que cargan esos desalmados, es en no poder actuar antes de unas elecciones. Todo se ha de paralizar para seguir engañando a los ciudadanos, los jueces han de callar para que la gente no sepa de temas de corrupción, no vaya a ser que modifique el sentido del voto de millones de personas. O sea, prefieren la oscuridad, la no transparencia, la inconsciencia al depositar el voto, todo para que el negocio de las elecciones no se vea alterado y todos los partidos recauden lo que tengan previsto. El tema central que importa a los partidos políticos es que le dejemos hacer su juego sucio con total tranquilidad e impunidad, que nadie se meta por medio, que nadie opine, que ningún juez cumpla con su trabajo y vaya a abrirle los ojos a las personas y vayan a votar en consecuencia, y contra la corrupción del sistema, empleada por casi todos para enriquecerse a costa de la ciudadanía. ¡Ya está bien de tanta manipulación!, hay que poner fin a todo este latrocinio político, mandémosle al banquillo, votemos SE ACABÓ LA FIESTA.
Seguiremos...
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