La justicia le baila al ejecutivo, quiero decir que lleva el ritmo del son marcado por el Gobierno, para que sigan diciendo aquello tan manido de la independencia de poderes. Ha sido una constante durante los gobiernos desde la transición, han indultado de algún modo, bien directamente, bien a través de una amnistía, bien por el mal ejercicio de ciertos jueces y fiscales, estos últimos convertidos en abogados defensores, bien por negarse a ponerles delante de los jueces, como hace Sánchez con la famosa lista de 700 defraudadores, que tanto restregaba a M. Rajoy (Otro desaparecido para la justicia), que iba a publicarla en cuanto accediera a gobernar, pues ya lleva casi seis años y nada de nada, trabajan por y para los negocios turbios, para llevar a cabo acciones inconstitucionales, para emular a la mafia y para la corrupción... ¡Todo para hacer las cosas mal, ilegalmente y enriquecerse cuanto pueden!
Para seguir todo este desastre de amnistía para los del Procés, tenemos el continuo goteo de todos los que la Audiencia Nacional libera de los casos de corrupción descarados del PP, y ahora una acción semejante para los que desviaron fondos, derrocharon dinero público, e hicieron cuanto quisieron en el caso de los EREs de Andalucía. Esto es un desastre, la justicia se las arregla para que pasen los años, para que las aguas se calmen, y cuando más distraída está la ciudadanía, nos da un zasca en todos los morros, es lo que hay. Montón de funcionarios cobrando de dinero público, haciendo mal su trabajo por connivencia de unos con otros, por intercambio de favores, por amenaza, etc. Como resultado del desastre judicial los delincuentes se ríen de la gente, y en sus risotadas les acompañan el viaje de políticos gorrones y sinvergüenzas, parásitos de nuestra sociedad y de nuestros dineros, todos ellos vividores que corrompen nuestras Instituciones a su antojo y sin tener ninguna responsabilidad de sus actos.
En este país estamos conociendo que sucede todo en materia de mafia, delincuencia y acciones corruptas, también que nadie paga por nada y que nadie devuelve nada de lo mal empleado, robado, distraído, derrochado, malversado, gastado en comilonas, en clubes, en putas, en drogas y en alcohol. Los de arriba se han acostumbrado a vivir a todo tren con el dinero público y nadie responde por ello, ni los presidentes de los gobiernos que ha habido o hay, ni los Ministros, ni los Inspectores, ni los altos cargos públicos de la Administración Pública, ni los magistrados, jueces o fiscales... ¡Estamos totalmente desamparados y en manos de delincuentes! ¡Cuánta falta le hace un Bukele a nuestro país! Una mano dura que haga cumplir la ley hasta a los que la tienen que aplicar y se la saltan, por eso están las cosas como están, no castigan con el código penal en la mano, sino con toda la benevolencia hacia el apellido que tienen que juzgar y el compromiso adquirido con otros poderes del Estado. No hacen su trabajo por tanto, y están prevaricando, y toda la pandilla de parásitos delincuentes, saqueadores de lo público, enriqueciéndose y disfrutando de la vida a nuestra costa. ¡Hay que acabar con todo este desmán!
Seguiremos...
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