Volvemos a las mentiras, algunas voces del gobierno se han atrevido a decir que la inmigración es necesaria para que haga el trabajo que no quieren hacer los españoles, o que vienen a suplir la baja natalidad y por tanto el envejecimiento de nuestra población. También se han atrevido a decir que son la solución a la continuidad de las pensiones, y no sé cuantas necedades más. Si hay trabajo, si hay oferta para trabajar que tiren de las listas de desempleados, que vigilen que se contrata según ley, que se hace trabajar de un modo respetuoso y digno, que los salarios son los que corresponde, que no hay explotación, que se observan las normas de seguridad, etc., y a cambio le retiren las prestaciones o ayudas a los que rehúsen coger un trabajo mientras estén desempleados. En cuanto a las pensiones y el miedo que continuamente meten en el cuerpo a los mayores y a los que vamos llegando a la edad de jubilación, que determinen meter su cuantía como un gasto estructural que sea integrado en los Presupuestos Generales del Estado.
Lo que no nos dicen es el grado de inseguridad que provoca en nuestras ciudades, o la cantidad de delitos, de hecho, que cometen, pues como sabemos hay un pacto PSOE, PP, para imponer a los medios de desinformación y manipulación masivos, que no difundan las nacionalidades de los que están cometiendo en un noventa por ciento los delitos contra propiedades, asaltos en plena calle o violaciones. No quieren que sepamos que esta entrada masiva permitida por los gobiernos, están acarreando cantidad de agresiones de todo tipo, robos, muertes, etc. Muchas veces ocasionados por individuos con un largo historial delictivo en sus países de origen, y reiteradas detenciones en España desde que llegaron, sin que por ello se tomen medidas lógicas para poner fin a este desastre migratorio.
Por diversos medios corre la noticia de que países como Marruecos, Argelia y otros de África, están haciendo llegar a Europa migración consistente en cantidad, miles de presos que son liberados y puestos en pateras para que salgan de sus países de origen. La morralla para los vecinos, que en sus países sobran, no les quieren. Así que esto, salvo contados casos, es una inmigración de mala calidad, de personas conflictivas, sin deseo real de trabajar sino de delinquir, que en nada nos ayuda a progresar como país, además que nunca se integran porque sus culturas son muy diferentes a la nuestra, y en ningún caso piensan renunciar a lo suyo, y sí que les gustaría imponer la suya en la medida que puedan hacerlo.
Esto es lo que tenemos, lo que las autoridades del país están consintiendo, prevaricando, saltándose, ellos mismos, las leyes existentes que regulan la forma en que se puede entrar legalmente a España. No piden certificados policiales a los ministerios de interior de sus países de origen, por lo que no saben que es lo que están dejando pasar. Hacinan a los que llegan en centros y poblaciones a los que colapsan y provocando un gasto enorme para la caja pública, que como nos hacen ver está en ruinas o quiebra, pues para lo urgente o prioritario no hay dinero, pero para todas las gracietas que el presidente se marca: dinero para tal o cual colectivo, para tal o cual acción bélica, para comprar material a las fuerzas de seguridad marroquís, y sin embargo dice no tener dinero suficiente para dotar a nuestros cuerpos de seguridad del material de seguridad necesario para que puedan hacer su trabajo con eficiencia y sin que sus vidas corran peligro.
Hay que cambiar las leyes inmediatamente para que entren las personas que realmente necesiten ayuda y sus vidas estén en peligro, pero no tener las puertas abiertas para que entren todo tipo de delincuentes, asesinos y criminales que estorban en otros países. Hay que ingresar a España previa solicitud, especificando los motivos, con su correspondiente certificado de penales de sus países correspondientes, y hacerle ver a los que entren que en cuanto cometan un primer delito en suelo español, sea cual sea, se les pone al otro lado de la verja que hace de frontera, y que se busquen la vida.
Seguiremos...
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