jueves, 5 de noviembre de 2015

LA REALIDAD DEL INSTANTE

                                          Imagen: ser-eldespertardelaconsciencia.blogspot.com


Lo que hicimos ayer ya no existe, solo es un recuerdo, un pensamiento, algo que no está en ningún sitio. Lo que proyectamos hacer mañana, tampoco existe, vuelve a ser un pensamiento y no está en ningún lugar. Solo existe el momento presente para hacer lo que se tenga que hacer o sentir lo que se tenga que sentir, para decir lo que se tenga que decir. Es en este momento en el que se está vivo realmente, el resto es fantasía o imaginación.
Hay personas a las que les gusta pasarse la vida soñando, situadas en el pasado o en el futuro, sin vivir el momento presente. Solo existen los momentos presentes, unos tras otros, solo vivimos un presente continuo. Tenemos que estar despiertos al momento presente, como dicen algunos sabios: “aquí y ahora”.
No podemos pasarnos la vida imaginando, que es lo que hacemos el noventa por ciento de las veces. Estamos siempre pensando, divagando e interpretando cosas que después resultan diferentes. Cuando hacemos eso, el momento presente está transcurriendo sin que lo estemos viviendo. Debemos saber cabalgar sobre el “aquí y ahora”. Siempre, este preciso instante. La vida es eso, una sucesión de instantes en los que debemos estar presentes, con todos los sentidos si nos es posible. Eso es estar vivos o conscientes.
Nos hemos convertido en ludópatas del juego de la mente. Nos pasamos casi todo el día fabricando pensamientos que nos distraen, pero que nos abstraen de la realidad del instante. Por el contrario, lo que debemos aprender es a vivir más intensamente cada momento que se nos da en nuestras vidas. Cuando estemos haciendo algo, que solo estemos ahí, que toda nuestra atención esté puesta en aquello que hacemos, concentrados y sin que exista alguna distracción. Las distracciones mentales son las más frecuentes y nos invaden sin apenas darnos cuenta. Por eso hay que estar atentos, si se puede a lo que se hace y a nosotros, para que la cabeza no se dispare y vaya por libre. Cuando suceda, miremos que estamos pensando, lo vemos, no luchamos, y con suavidad volvemos a dirigir toda nuestra atención a lo que estábamos haciendo. Actuando de esta forma, una y otra vez, nos reeducamos y vamos tomando el control nosotros. Le vamos cortando las alas a la mente, para que no se dispare a su antojo.
Puedes estar pensando que no es fácil, que sucede sin darte cuenta, pero si tienes la intención de vivir el instante, de estar más despierto/a, tardarás más o menos, pero te descubrirás distraído/a y podrás retornar una y otra vez al momento presente. Con el tiempo te costará menos y tendrás mayor concentración, te será más fácil mantenerte en la realidad del instante.
En cada uno de nosotros, que no hemos sido educados para vivir despiertos, suceden cantidad de cosas y reacciones de un modo automático. Nos hemos convertido en algo parecido a ciertas máquinas, con unas conexiones eléctricas, dispositivos electrónicos y programas, que hacen que las cosas sucedan. Pero nosotros podemos tratar de situarnos en el instante que se está dando y descubrir lo que está sucediendo. Al principio no seremos capaces de impedirlo, pero ya será un gran paso darnos cuenta de qué está ocurriendo. Ese es un buen comienzo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

Mis tres primeros libros

Mis tres primeros libros

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE
Volumen 1, 2 y 3

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

TRABAJO INTERIOR

TRABAJO INTERIOR

UN POCO DE MÍ

UN POCO DE MÍ
Críticas y soluciones