Los políticos que quieren quedar
bien, dicen que en el parlamento catalán se están haciendo las cosas fuera de
la ley, ¡toma!, eso ya se sabe, pero como el parlamento catalán quiere poder
decidir sobre su futuro en conjunto o por separado de España, tendrá que actuar
desobedeciendo o no lo podrá hacer. En esto no hay nada nuevo, así que no sé
por qué se alarman tanto los más conservadores, si es que el Gobierno central
no ha dejado otra salida, se ha negado a modificar la Constitución para que los
referéndums tengan cabida, como acción democrática y empoderamiento del pueblo,
que es a lo que tanto temen los gobernantes; ellos quieren y desean seguir
siendo el ordeno y mando del país.
Soraya decía haber vivido el día
que en política más le había avergonzado, que los catalanes le habían dado una
patada a la democracia y que la democracia había muerto. Todo lo que dijo tiene
tela viniendo de quien viene, porque su partido y su Gobierno han dado cientos
de días de “gloria”. La corrupción de la gente que la rodeaba: Pujalte,
Aguirre, Rato, Soria, Montoro, Aristegui, De la Serna, Bárcenas, Fernández
Díaz, etc., ¿no le avergonzaba? A ver si es que va a tener el sentido de la
vergüenza muy selectivo y solo va contra los que va, que nunca son los suyos,
cometan las atrocidades y desmanes que cometan. Por otro lado, la democracia
siempre ha sido la palabra empleada para apaciguar y contentar a las masas,
pero nunca se ha instalado en nuestra sociedad una democracia real. Votar cada
cuatro años un programa que nunca se cumple, porque nuestros políticos prometen
en campaña lo que posteriormente no realizan, y no tener forma humana de poder
echarles, sino que más bien se valen de una impunidad pactada con la justicia,
porque el que llega al poder nombra a jueces y fiscales, o a la mayoría de
ellos, maniobra que le es muy favorable cuando se trata de inculparles por
delitos que cometen y por los que pasan la mano, miran hacia otro lado, y
pueden irse de rositas. Jueces, que ante los saqueos y robos o actos ilegales
cometidos continuamente por nuestros gobernantes, no dictan órdenes de captura
o de inhabilitación, porque no muerden la mano de los que le dan de comer,
¿esto es democracia Sra. Soraya?
Tampoco voy a decir que lo que se
vio en el parlamento catalán fuera agradable, no lo era. Sin estar al tanto de
las leyes que muchos aducían, era un espectáculo bochornoso que avanzaba a
duras penas, por las interrupciones continuas. Todos querían hablar, la
presidenta tenía prisas por llegar a las votaciones, cambiaron el orden del Pleno,
incorporaron el punto de la aprobación de la ley para la desconexión que diera
poderes al Presidente Puigdemont para convocar el referéndum, o sea, que allí
pasó de todo y bastante teatralizado por un lado, y bastante improvisado por
otro. No debe ser fácil desobedecer al poder central y a sus órganos previstos
para que actúen en estos casos, es un poco aquello de David contra Goliat. Pero
si en el Parlamento catalán son mayoría los que desean hacer el referéndum, es
porque obtuvieron más escaños en las elecciones catalanas, ¿Esos resultados por
ser catalanes y contrarias sus ideas a las del Gobierno español, no son
resultados democráticos? Y hacer votar a la gente no es entrar en un hemiciclo
pistola en mano, de nuevo, lo que desean es dar la oportunidad a todo el pueblo
catalán para que se manifieste, algo legal y sensato. El pueblo catalán sabrá
que es lo que decide en las urnas, y salga lo que salga, será tan democrático
como cuando los ocho millones eligieron a un mal gobierno que lo primero que
hizo fue enseñar la zanahoria, su programa electoral, para acto seguido
incumplirlo desde el principio al final. ¿Dónde está el drama? Los que tratan
de impedirlo amparándose en que la Constitución no lo permite, esos mismos,
saben que esta situación existe desde hace años y tiempo ha habido de modificar
las leyes, pero no lo hacen porque se abre la brecha de empoderar a la gente…
lo que es una auténtica democracia, que el pueblo pueda decir en cada momento
lo que quiere o no quiere, lo que conviene o no le conviene, etc., pero con
resultados totalmente vinculantes, que de tomaduras de pelo ya estamos hartos.
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