martes, 14 de noviembre de 2017

LA RUTINA DIARIA



Estamos levantados, ya ha comenzado la rutina: aseo, vestirse, prepararse el desayuno o solo un café, cogemos las llaves de la casa, la del coche, nos preguntamos dónde está el teléfono y las gafas, también si hará frío en la calle, dudamos si coger una prenda de abrigo, miramos el reloj y nos entran las prisas, vamos un poco apurados, cerramos la puerta de la casa.
Es de noche, es por el cambio horario, también viene el invierno, aunque lo hace a paso lento, las temperaturas han descendido sobre todo a primera hora de la mañana, después cuando el sol está en todo lo alto, a veces, hay que desprenderse del chaleco o la cazadora. Respira en la puerta de la casa o de tu bloque y hace fresco, vas hacia donde dejaste aparcado el coche y los cristales comienzan a tener humedad, esa capa de agua depositada en los cristales durante la noche. Te acomodas, te pones el cinturón de seguridad, introduces la llave en el contacto y le das media vuelta a la llave, en ese instante el motor ruge, despierta, le toca hacer su trabajo y llevarte a donde lo conduzcas. Pones las luces, activas el limpiaparabrisas, mira por los espejos, no viene nadie, pulsas la palanca del intermitente, engranas la primera marcha y te incorporas al carril de circulación más inmediato al lugar donde estabas aparcado. Cambia a segunda, lo haces con un movimiento grabado, que no tienes ni que pensar, así poco a poco te vas incorporando al tráfico, vas alejándote de tu barrio y te vas acercando a tu destino. Todo esto lo haces a diario por dinero, generalmente, no se hace por placer, pocos desean levantarse tan temprano, a pocos les gusta su trabajo como para desear llegar y hacer lo mismo o parecido al día anterior. La necesidad empuja… el fin de toda una vida estudiando es esa, una rutina que se acepta por necesidad, hay que llevar el sueldo a casa cada mes. Hay que abonar las facturas, hay que comprar los alimentos, hay que poner combustible al coche para que nos vuelva a llevar a trabajar.
No hemos sido capaces de inventar nada mejor, tuvimos que echarle cuenta al que escribió aquello, que dice que dijo: “ganarás el pan con el sudor de tu frente”. A pesar de ello, no fuimos capaces de construir el trabajo como un gesto solidario, sino como el sometimiento de unas personas a la voluntad y a las órdenes de otras, en el que el reparto de beneficios es muy desigual. Ahora está llegando la automatización de muchas industrias y las personas temen por sus puestos de trabajo, ven que los robots pueden hacer lo que ellas hacen, no se cansan, no faltan al trabajo, pueden desarrollar los trabajos más penosos, repetitivos o pesados, sin protestar, sin enfermar, sin ausentarse y con una perfección que las personas no podemos superar. Este es el adelanto, el progreso y no estamos preparados para ello. No sabemos construir una sociedad robotizada que trabaje para nosotros, porque el que hace la inversión, quiere recuperarla y tener mayores beneficios. 
Es por eso que si se quiere repercutir el bienestar y los beneficios en la población, somos nosotros, entre todos, los que debemos hacer la inversión, tenemos que ir a un sistema solidario, en el que todo sea nuestro, de todos, y es cuando algunos ya están preparados para protestar, porque lo primero que hacen es tildarlo de comunista. Siempre hay quien tiene que calificar peyorativamente las cosas, o no se queda tranquilo. Hablo de un sistema solidario, responsable y pensando en todos, en que los beneficios vayan a repercutir en todos, que se distribuya la riqueza por igual entre todas las familias, por eso es necesario que todos nos sintamos iguales y que invirtamos entre todos en nuestro futuro con nuestros impuestos. No hablo de sistema comunista ni socialista, ni lo califico de ninguna manera, y si tuviera que hacerlo, repito, sería un sistema solidario de todos para todos. Si no estás preparado no lo entenderás, te quedarás replicando que el comunismo fracasó, como suelen decir muchos que no entienden la verdadera naturaleza humana de valores, conciencia y amor.
Mientras no llegan las personas preparadas, evolucionadas, etc. seguiremos repitiendo la rutina del desencanto, de las desigualdades, de la precariedad laboral, de las levantadas a las órdenes de los despertadores y las alarmas de los móviles. Seguiremos corriendo y preocupados. Seguiremos las instrucciones del que nos explota y para el que solo representamos una cifra de venta o de producción, que él multiplicara por el margen de beneficio correspondiente de cada operación que tú hagas. Algún día las cosas serán distintas, espero que llegue ese día, podemos hacer algo diferente, de esto sí que estoy seguro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

Mis tres primeros libros

Mis tres primeros libros

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE
Volumen 1, 2 y 3

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

TRABAJO INTERIOR

TRABAJO INTERIOR

UN POCO DE MÍ

UN POCO DE MÍ
Críticas y soluciones