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Según he podido leer en un diario digital, ayer el Tribunal Supremo ratificó las sentencias que la Audiencia Nacional había dictado previamente, con pequeños retoques o modificaciones en algunas de ellas, al fin y al cabo vino a decir que el PP de M. Rajoy, ese personaje misterioso de los papeles de Bárcenas, se había lucrado con Gürtel.
¡Qué casualidad!, el tiempo que se ha tardado en saber lo que toda España ya sabía, y lo curioso es que el tsunami Gürtel no se llevara por delante al misterioso personaje de los sobres, que no en vano presidía el partido mientras toda esa corrupción se extendía, el dinero se repartía y el PP iba a las elecciones dopado. Pero no solo M. Rajoy era el presidente de su partido, sino que era, al mismo tiempo, Presidente del Gobierno y todo explotó en sus narices, casualmente, sin tener ni una pizca de culpabilidad, o sea, era casi el único “honesto” que había en el PP por aquel entonces.
Ahí está el hombre, con sueldo vitalicio como los demás traidores que han estado al frente del negocio corrupto llamado ejecutivo político de la mal llamada democracia española. Ahí lo tenemos, que dejó la cueva de Alí Baba para incorporarse a su puesto de registrador de la propiedad y llevarse el antes mencionado sueldo vitalicio y su salario de funcionario. Un presunto delincuente, que además de ayudar a robarnos, estafar en las normas de la política, saltarse la cuarentena cuando todos teníamos obligación de permanecer en el interior de nuestras casas, él tuvo la santa gracia de salir a hacer deporte, fue cogido por las cámaras andando por las solitarias calles y jamás transcendió nada de aquello. Éste debe tener concedida por el Papá la bula para saltarse las leyes, con pulserita incluida de todo me lo paso por mis santos co…
Ahora nos tocará saber y escuchar la segunda parte de la sentencia Gürtel, que no es otra que el juego de trileros que se montará de un momento a otro, en el cuál comenzará el cambio de cromos, o sea, su condena cuesta tanta pasta, y comenzarán a sacar la guita de debajo de los colchones para librarse de pasar una noche más en prisión. Este el privilegio de los que roban a lo grande y esconden las ganancias, que después pueden comprar su libertad con parte de lo robado y quedan libres para seguir disfrutando esa otra parte del botín. Las leyes hechas por gente de altura, aunque sea enchufada, lanza salvavidas a los que se encuentran al mismo nivel o altitud social. El sistema corrupto arropa a los corruptos, por eso hemos sabido de individuos que cometiendo desfalcos terribles, por ser el milagro económico español le conceden unas vacaciones en algún spá carcelario cinco estrellas, y una vez repuesto y descansado, le vuelven a dejar salir, incluso le absuelven de todo aquello de la salida fraudulenta a bolsa de Bankia, aduciendo que los compradores de acciones sabían lo que hacían, pero ignorando que salía con una contabilidad falseada, engañando a todos los entes como: Banco de España o Comisión Nacional de Mercados y Valores, porque estos no se habían preocupado de vigilar lo suficiente, de estudiar las cuentas, de revisar y de detectar donde estaba la estafa y serían igual de culpables que el cabecilla. Llegados a este punto, como siempre, lo mejor es volcar toda responsabilidad en los ciudadanos, apelar que al no ser tontos son los culpables, y no hacer recaer todo el peso de la ley en los verdaderos artífices del fraude.
Caben varias cuestiones: ¿irán o no a la cárcel?, ¿se les exigirá lo que debieran haber tributado todos esos millones que circulaban sin que se diera cuenta a ningún ente de la Administración? Creo que es mucho pedir que se haga justicia real y no solo fingida, justicia de prensa, y que a la hora de la verdad todos se vayan de rositas.
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