Una mala noticia: Francisco Granados
salió de la prisión. Esto no puede ser, los delincuentes con dinero no pueden
comprar su libertad mientras que los pobrecitos se pudren entre rejas.
Encerrados es donde deben estar los ladrones. Este Francisco Granados es el del
maletín con un millón de euros en el altillo de casa de los suegros; seguro que
no será el único escondite donde tenga dinero ni el único maletín. ¿Le vieron
salir?, en forma, polito, vaqueros y unas zapatillas nuevas que ya quisiéramos
tener muchos de nosotros… debían costar un pastón. Después de algo más de dos
años encerrado, tenía mejor aspecto que muchos de los que se han partido la
cara en sus trabajos para sacar a sus familias para adelante con los sueldos
anémicos, que la reforma laboral de Rajoy nos ha dejado.
Dicen las malas lenguas que
Esperanza Aguirre le ha dejado un buen pico para que pudiera comprar su
libertad, o sea, para pagar su fianza. Esto dice mucho de la relación
interesada entre ambos personajes: Esperanza, estoy reuniendo dinero para
salir, préstame algo o comienzo a largar… Esperanza ni lo dudó… cuánto te hace
falta para completar la cantidad fijada por el juez. El caso es que ya tenemos
otro corrupto en la calle… la justicia es muy lenta a pesar de que lo encierran
porque los cuerpos de policía judicial: UCO y UDEF hallaron en su día pruebas
más que suficientes para privarle de libertad; recuerden que Francisco Granados
es PÚNICA, en esencia pura.
La ley siempre opera a favor de
los que han ocupado puestos de poder: las penas que se les aplican son débiles,
blandas y efímeras. Entran y salen de la cárcel en un santiamén, recuerden a:
Blesa (Caja Madrid, Preferentes, Tarjetas Black), Fabra (el aeropuerto sin aviones
de Castellón y todos los años blanqueaba dinero, todos los años le tocaba
varias veces la lotería), Matas (Caso N’oos), ahora Granados (Púnica), Correas
(Gürtel), etc., si buscamos información en la red hallaremos a cantidad de
personajes envueltos en tramas de corrupción que pasan por la prisión pero no
por un tiempo adecuado a los delitos cometidos. La justicia es demasiado
benevolente con los que nos han robado directamente o indirectamente; unos han
metido, sin pudor alguno, la mano en la caja de todos y, otros han esquivado a
Hacienda de miles de formas dejando de ingresar lo que correspondía; por lo tanto,
nos han robado también, han restado dinero para pagar servicios públicos. Esa
gente es insolidaria, estafadora, defraudadora y no tiene el castigo que se
merece. Sale pronto de la prisión y ni siquiera se le exige, como condición
previa y obligatoria que tenga que devolver todo lo robado; así que a rebuscar
en el zulo y a seguir disfrutando de una vida plena llena de lujos, coches
nuevos, mansiones, fiestas y vida a todo tren con el dinero que nos pertenece a
todos. Esto se acababa en el momento que la ley recoja que si el ladrón no ha
devuelto hasta el último céntimo de lo sustraído no podrá salir en libertad.
Justo ese día se acabó toda esta farándula, pues a nadie le servirá robar y
pagar con una corta estancia encerrado… al salir no tendrá nada.
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