Hay dos actuaciones de Pedro Sánchez
que no llego a entender, las dos llamadas a Rajoy: la primera para decirle que
en el asunto catalán él está a su lado y, en cuanto ha sido nombrado Secretario
General del PSOE, para tener una reunión. Quizá yo esté pecando de poco
moderado en este tema, pero con la soberbia, prepotencia y arrogancia que Rajoy
trata a Pedro, creo que no corresponde esa actuación de “alfombra” de quien
pretende erigirse como líder de la oposición. Se da poco a valer haciendo lo
que hace, cuando Rajoy contestó lo que contestó, lleno de ironía y sarcasmo, al
ser preguntado por qué no le había felicitado por haber ganado las primarias… “para
no molestarle” y… no he tenido tiempo; pero sí lo tuvo para felicitar al Real
Madrid.
Posteriormente, Pedro ha llamado
y creo que está fijando citas con las demás formaciones de la oposición, según
él, para hacer un frente común y poder echar al PP. ¿A qué viene que llamara en
primer lugar a Rajoy para verse con él, o es que está dejando abierta la puerta
para seguir jugando a la alternancia política? Es evidente que hace falta una
unión de todos los que consideren que la forma de gobernar del PP no es la más
acertada para los españoles ni para el país, que sigue endeudándose, con el
mayor índice de corrupción de todos los tiempos, sin caja de pensiones y
posibilitando el trabajo más precario desde que tengo conocimiento. Hasta ahí
llega el sentido común, pero como las formaciones comienzan a relacionarse con “asco”
entre sí, con revanchismo y muchas ganas de tirarse platos a la cabeza; se hace
difícil la unión y la colaboración para dejar el tren de la corrupción del PP
en vía muerta. Una vez más, y creo que con esta será la enésima vez que lo
digo, no se gana tirando cada cual de la manta en una dirección; hay que dejar
a un lado los colores, las siglas y las banderas, hay que dejar de hablar de
votos y urnas porque con la fragmentación de la oposición, sobretodo, de la
izquierda, será complicado conseguir más votos que la derecha que vota solo a
PP, ¿todavía no se han dado cuenta de esto tan sencillo? Los de derechas
siempre votarán PP porque no tienen a otra fuerza que les acerque más a sus
ideales; sin embargo, a los que se sientan de izquierda hay muchas opciones y
los votos se reparten, quedando en minoría frente a los votantes de derecha. No
en bloque, pues como vimos en las anteriores elecciones, al PP lo votaron ocho
millones, pero el resto fuimos más, alrededor de dieciséis millones, pero
fraccionados que es el problema.
Vuelvo a decir que hay que
centrarse totalmente en la ciudadanía y hacer políticas de verdad, y de verdad
es de verdad, no de medias tintas o de maquillajes. Hay que proponer leyes que
solucionen los problemas no que los convierta en crónicos. El primer asunto a
resolver es el paro, la gente necesita emplear su tiempo en un trabajo que le
proporcione un salario digno, para poder pagar sus facturas y vivir
decentemente; esto es fundamental. Injustamente, con la reforma laboral hay
mucha gente que se ha quedado en la calle tras muchos años de trabajo, con una
edad que nadie les contrata, hartos, aburridos de mandar currículos sin que
nadie te conteste, sin prestaciones y, por tanto, en una situación personal y
familiar lamentables. Ante esto, cualquier juego político, cualquier estrategia
de llevarse votantes del otro y cosas así, son desconsideraciones hacia la
gente en esa situación. Hay que estar en política para solucionar los problemas
de la gente, para conseguir una sociedad cada día más próspera, para que la
riqueza se distribuya más equitativamente, para que todos podamos vivir mejor
cada día, para que nuestro país progrese, en definitiva, para que la gente se
sienta feliz. No hace falta, forzosamente, obtener una mayoría absoluta, porque
como ya hemos visto el rodillo apisonador ha existido y no ha servido para
tener el pleno empleo sino para robarnos más. Hay que dejar de ambicionar tanto
el poder y trabajar más, colaborando entre todos con un programa de medidas que
vayan en la línea de solucionar los problemas. Señor político no vuelva a abrir
la boca ante los micrófonos para decir que vamos a sacar más votos que tal o
cual, que le vamos a ganar en las urnas, etc.; ábrala para proponer medidas
para paliar las deficiencias sociales en todas las materias, y si hoy no le
escuchan mañana hágalo otra vez.
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