Hay que tener la cara dura y ser
insensible para tratar de paliar el problema del calor en las aulas, diciendo
que lo que debe hacer el alumnado es fabricarse un abanico con una hoja de
papel; se supone que por coherencia y por vergüenza lo debe estar diciendo
porque él, el Consejero de sanidad de Madrid, habrá hecho lo mismo, se
abanicará y no pondrá el aire acondicionado de su despacho. En las semanas
últimas, debido a la subida de los termómetros, los chicos y chicas de colegios
e institutos, están sufriendo lipotimias y golpes de calor, debido a las altas
temperaturas y la escasa dotación de las aulas: ausencia de aparatos de aire
acondicionado, avería de los mismos desde hace meses, techos de chapa,
construcciones inadecuadas y mal aisladas, etc. Todo un rosario de
despropósitos, que siempre significa lo mismo: que los políticos no invierten
en acondicionar como es debido los recintos escolares, y que a los políticos no
les importa demasiado, o más bien poco, el bienestar de los más jóvenes o
pequeños.
Como hemos podido oír al hilo del
caso de corrupción PÚNICA, en la Comunidad de Madrid cada vez que se construía
un colegio, algunos políticos se embolsaban un millón de euros… esa era su
comisión. Un millón menos para invertir en instalaciones y dotaciones para el
centro escolar. Un millón más despilfarrado de las arcas públicas… un millón
más que nos ha sido robado. El resultado es que así se quedan las cosas y nadie
devuelve los millones que se han llevado, que han robado, por la construcción
de unos cuantos institutos y colegios en la Comunidad. Uno de los principales
de la trama PÚNICA, acaba de comprar su libertad pagando su correspondiente
fianza (cuatrocientos mil euros), como el que lava y no enjuaga. Francisco Granados
en la calle y concediendo entrevistas, el héroe del robo recuperando cuota de
pantalla televisiva, hablando; tiene un aspecto envidiable después de dos años
y medio en prisión… un delincuente más a la calle a disfrutar de algunos otros maletines
en altillos que no han sido descubiertos. Mientras tanto los niños enfermando
por las condiciones deplorables en que se encuentran los edificios escolares,
porque otros, como este Granados, se lo han llevado calentito o muerto, como
prefieran.
Y volviendo al desvergonzado Consejero
de Sanidad, hay que ser ruin para decir lo que ha dicho: que se abaniquen que
es muy saludable, que abran las ventanas, porque con el aire acondicionado
sufren los ojos o el cuello. ¡Sr. Consejero, sin aire acondicionado, se pueden
morir los niños de un síncope de calor! Con las temperaturas que están haciendo
con el abanico solo se mueve el aire caliente que entra por la ventana abierta,
¿lo llega usted a comprender?, hace falta el aire acondicionado para que
refresque las aulas; ¡dígale a su partido que robe menos y que invierta más en
la salud de la población!, ¡dejen de llevarse el dinero que hace falta para no
poner en riesgo la vida de las personas: alumnos y profesores! ¿En su despacho
qué temperatura hace… y en el coche oficial?
No hay comentarios:
Publicar un comentario