Una vez más lo voy a intentar,
voy a tratar de decirte que la situación actual local, regional o mundial es la
que es porque hay una serie de interesados en que sea de este modo. Al mismo
tiempo, hay cantidad de gente sirviéndose de la situación: unos escribimos,
otros graban videos, otros hacen política, etc., tratando cada uno de nosotros de
revertir la situación social, laboral, etc., casi sin lograrlo, debido a que
los interesados controlan las leyes, que son las normas por las que nos rigen y
hace que nos sintamos obligados a hacer cosas… las que ellos desean que se
hagan, no las que mejor nos vendrían a nosotros.
Las personas que han ocupado la
presidencia de un país lo saben bien, han recibido las órdenes de esa plebe que
opera sin dar la cara, respaldados por la pasta, con la que compran las
voluntades de esas marionetas que gobiernan países. Así dirigen el mundo hacia
donde quieren, imponiendo condiciones de mercado (compra y venta), condiciones
laborales, cómo vivir y cómo morir; todo está totalmente diseñado y previsto
por el hampa. Alrededor de la posibilidad incierta de que todo puede cambiar,
hay cantidad de gente haciendo prensa, televisión, política; llenando espacios
en las cabezas de la gente, a veces, creando ilusión, a veces, repartiendo el
sentimiento de derrota y victimismo.
Hay un grupo de gente que no
tiene poder de hacer nada, lanzando mensajes y hasta pareciendo que dirige o
manda algo, pero que está tan maniatado como cualquier ciudadano o ciudadana.
Sencillamente, no les interesa que la vida sea diferente a lo que es hoy. Ellos
fabrican a los malos, a los terroristas, eligen dónde golpear: “casualmente,
las semanas anteriores a los países que tienen elecciones”. Quieren hacer
cambiar el sentido del voto de la gente mediante el dolor, mediante la tragedia
que ellos mismos alimentan. La industria mundial del armamento y farmacéutica no
pueden dejar de generar beneficios, y eso solo es posible si se paga el precio
de la desgracia y el sufrimiento de las enfermedades, las operaciones quirúrgicas,
los tratamientos de por vida, las prótesis y las guerras como buen acicate para
que se dé en gran medida todo lo anterior, mas un abultado gasto y endeudamiento
de los países que necesitan comprar más y más armas para sentirse más y más
seguros. Algo que es mentira, porque cuando tienes armas, es más fácil usarlas,
crear dolor, asesinar y volver a necesitar más armas. Los mismos que te venden
armas se las sirven, también, a tus enemigos para que te invadan, porque a los
vendedores de armamento lo que les interesan son los focos bélicos en todos
lados… a más guerras, más ventas… más beneficios.
¿Qué podemos esperar de una
dirección deshumanizada y cruel?, yo solo espero manipulación… la que ejercen.
Mentiras que condicionan nuestra forma de vivir, creencias infundadas para
llevar a la gente como si de un rebaño de ovejas se tratase. Mientras tanto, la
gente pierde el culo por unos que dicen unas frases que suenan bien. Insultan a
los que piensan o defienden algo distinto. Así nos tienen entretenidos para que
nuestra visión y nuestra mente no pueda darse cuenta de lo que sucede… del
vacío existencial que se puede llegar a sentir si nos apoyamos en el falso sistema
social, empresarial, comercial, laboral e insensible que se ha instalado bajo
las directrices de esos macabros personajes. Hay una salida… un sistema donde
prime lo humano sobre todas las cosas: la igualdad, la oportunidad y el
bienestar de todos. Un sistema que se instale al margen del de esa gente. Gandhi
enseñó cómo hacerlo.
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