El “No es No” ha quedado en un:
“lo que tú diga Rajoy”. El PSOE ha caído al pozo de la ambigüedad, dice algo y
hace lo contrario, un mes defiende una postura y al mes siguiente la contraria,
ha quedado sin palabra ni honor, ha entrado de lleno a hacer el juego del
Gobierno, juega al despiste y al engaño. Cuando fue reelegido había prometido
que lo primero que haría sería sacar a Rajoy del Gobierno. En seguida se
planteó una moción de censura y se cagó por las piernas abajo, reculó hasta
salirse de foco, Pedro se perdió entre las presiones de los viejos de su
partido y, desde entonces, todo su hacer ha sido una pura confusión. Me imagino
que sus militantes, los que confiaron en sus palabras e intenciones, las que
Pedro difundía en aquellos días previos a las primarias del PSOE, y que han
caído en saco roto, se sentirán defraudados… ¡qué se ande con cuidado!, a la primera oportunidad le vuelven a dejar
en la calle, ha demostrado que no sirve, al final le voy a dar la razón a
Susana, a pesar de no ser santa de mi devoción. Pedro es inestable e
incoherente, cambia de pareceres como el que se cambia de camiseta, y eso no
agrada a nadie… es un hombre sin criterio, marcha al ritmo que le tocan, y lo
chungo es que representando al primer partido de la oposición, con tal de
quedar bien ante los españoles, no deja de apoyar a Rajoy… una extraña forma de
hacer oposición, los socialistas auténticos han de estar indignados y tirándose
de los pelos.
Hay crisis en Cataluña, se
posiciona junto al Gobierno, le apoya sin fisuras aunque le den palos a la
ciudadanía catalana que quería votar. Apoya, igualmente, que se imponga el Art.
155 de la Constitución y eliminen la autonomía catalana, dónde está el
sentimiento revolucionario socialista, de izquierdas, que es necesario para conseguir
aquello que la ley no contempla o que se desea modificar. El PSOE, tal vez sea
el partido que en más ocasiones ha llevado como eslogan en elecciones la
palabra “cambio”, cómo la han defendido tanto, más bien habría que decir:
publicitado tanto, y a la hora de la verdad es tan inmovilista como los que
derivan directamente de la rama franquista.
Hay incendios en Galicia, va a
dar una vuelta por allí, rodeado de lameculos, bien vestido, nada de ropa de
faena, nade de ir para echar una mano, sino para salir en la foto en los
periódicos y en las imágenes de la tele. Hay que venderse para cuando lleguen
las elecciones, que la gente recuerde que el PSOE, Pedro, estuvo allí, no
ayudó, pero se preocupó, ¡ya está bien de tanta hipocresía! De señorito del cortijo
hay que pasar a ciudadano, arremangarse y pasar cubos de agua como uno más. En
esto fallan nuestros políticos… mucha verborrea y poca acción. Muchas mentiras
y el foco puesto en sus partidos y en sus negocios. Mucho teatrillo sarcástico,
aparentes enfados e insultos, posteriormente se venden o se dejan comprar con
zanahorias, se corrompen y a la ciudadanía le da mucho viento fresco… los
problemas siguen sin solucionarse: desempleo, bajos sueldos, congelación
salarios y pensiones, alto precio de la electricidad, corrupción política,
justicia que no funciona y sigue sin ser un poder independiente, brecha social
por la desigual distribución de la riqueza, recortes en sanidad, educación o en
dependencia, etc.
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