Hoy volvemos a vivir un día
decisivo en la lucha por la independencia de Cataluña. El Gobierno central
español no permite que eso suceda porque así fue escrito en un papel en 1978.
Lo que quieren unas personas no se puede conseguir porque otras personas, papel
en mano, dicen que no tiene cabida lo que plantea Cataluña. Otras muchas cosas
no estaban contempladas en papel y, sin embargo, el Gobierno central español ha
ido añadiendo decretos en la anterior legislatura hasta hacerle un lifting a la
legislación española, esas modificaciones si valen porque eran del interés del
Gobierno y de Europa, en su gran mayoría.
Creo que tras tanta lucha por
parte del Govern catalán, hay que jugársela, hay que tener la valentía de
proclamar la República independiente de Cataluña; de lo contrario todo el
trabajo y todo el esfuerzo se habrá tirado a la basura. Ya sé que hay muchas
presiones en contra, precisamente, para que eso no ocurra, entre ellas: la fuga
de empresas, bueno, la decisión de las mismas de cambiar la razón social de la
sede central. La de los bancos está justificada en el caso de que Cataluña se
hiciera independiente y Europa no la reconociera como miembro de pleno derecho,
pues los bancos que solo buscan su negocio… el dinero, no se pueden permitir
perder la gallina de los huevos de oro: recibir dinero del BCE al 0% de
interés, que posteriormente, con usura, se lo colocan a las personas
necesitadas o empresas deficitarias, a un buen tanto por ciento… negocio
redondo. Las leyes, lo que se escribe en papelitos, sirve para eso, para
permitir privilegios a algunos y prohibir acciones o iniciativas a otros. Los
políticos dicen representarnos y necesitar de nuestra opinión o voto para hacer
ciertas cosas, pero las medidas que nos afectan o nos joden la vida, las
deciden ellos solos sin contar con nuestra opinión… es un sometimiento continuo
por la fuerza de la ley. Ellos ordenan, nosotros obedecemos. Ellos ganan,
nosotros perdemos. Ellos hacen el mundo a su manera y gusto, nosotros nos
tenemos que adaptar o somos castigados. Esta es la democracia, el conjunto de
decisiones de unos pocos políticos para que sean cumplidas por el resto de la
población, pues como hemos visto y vemos, ellos se las saltan a la torera con
bastante frecuencia. Pero, insisten con lo de la democracia y el Estado de
derecho, porque al final nos hacen responsables de haber elegido cada cuatro
años a los políticos que nos gobiernan, ¿también somos responsables de su
corrupción, de los decretos que se sacan de debajo del brazo, por no decir de otras partes más íntimas?
Hoy Puigdemont tiene que demostrar
que era un independentista convencido, dispuesto a pagar por ello el precio que
le quieran poner tanto el Gobierno central español como sus amigos los jueces y
fiscales. Claro, me refiero a los amigos del Gobierno central, que nos ha
mostrado en repetidas ocasiones tener a su servicio a la justicia. Como veo
injusto al Gobierno central español, en cuanto a la forma en que ha venido
gobernando, totalmente inmerso en corrupción, saltándose la ley, y despreciando
a la ciudadanía española en pro de sus propios intereses y negocios, deseo que
se le rete y me gustaría que Cataluña consiguiera independizarse; entre otras
cosas porque se abre un nuevo horizonte que habría que experimentar, tanto
desde el punto de vista catalán, como desde el punto de vista español. El
acuerdo y el dialogo deben ser las únicas armas, se podría fijar un tiempo para
vivirlo, pongamos por caso cinco años, y si tras cinco años los catalanes no
encontraran su sitio, se rompe el acuerdo firmado por ambas partes y se integra
de nuevo en el conjunto de España. Se pueden hacer cosas, solo hay que pensar y
ser un poco creativo, pero cuando los gobernantes solo muestran rigidez, solo
hay decepción y disgusto para ambas partes. No son verdaderos políticos, les
falta capacidad para hacer política. Yo soy un ciudadano normal, como tantos, y
se me ocurren soluciones como la que acabo de exponer, ¿a ellos no se les
ocurre nada para solucionar el problema?
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