Lo de ayer fue inhumano y
bochornoso, se llegó a ver gente que era lanzada escaleras abajo, gente mayor
golpeada, agarrada por la oreja para que se levantara y se marchara de los
colegios. Chicas agarradas por los pelos y arrastradas hacia la puerta. Uso de
pelotas de gomas, al parecer, prohibidas en la legislación catalana. Una carga
policial para justificar que Rajoy podía más que Puigdemont, un pulso que lo
paga la ciudadanía, que está para eso, para llevarse los golpes, movilizada y
jaleada por los promotores del referéndum, que pidieron a la gente que hicieran
colas desde la cinco de la mañana. Sin embargo, ellos como señores y señoras,
iban anunciando la hora a la que votarían, porque para ellos lo importante no
es hacer cola, enfrentarse a la policía, sino salir en la foto votando. Ellos,
una vez más necesitan al pueblo, pero no son lo bastante solidarios como para
estar a las cinco de la mañana, haciendo colas, como pedían al pueblo.
Estoy con los que recibieron los
palos, no con los que los daban, ni con los que dieron las órdenes
deshumanizadas de actuar de este incivilizado modo, pero los gobernantes y
políticos reconocidos, no tuvieron que verse en ninguna carga de las cientos, que
se vieron en televisión. El político siempre se sirve del pueblo, necesita los
votos de la ciudadanía, pero se mueve por intereses de partido y propio, en una
lucha de poder inequívoca, que le permita hacer y deshacer a su antojo, para lo
cual no necesita a los demás. Mientras la lucha se da, el político debe estar
en primera línea con la gente, pero los palos duelen y las pelotas de goma
siempre dejan a alguna persona con un solo ojo, desgraciadamente.
Nadie va a arreglar el mundo,
somos mayores para pensarlo, pero nadie podrá impedir que me exprese, que diga
lo que pienso y siento. El mundo es complejo y se mueve por intereses que a mí
no me importan en absoluto. NO peleo por una bandera ni por un país. No peleo
por unas siglas ni por un partido político, de lo contrario ya estaría afiliado
en alguno. Prefiero mi libertad de expresión porque, a veces, muchas veces, los
miembros de partidos se la tienen que envainar y seguir lo que indica la cúpula
del partido y yo tengo un poco más de personalidad, no me dejo manejar tan fácilmente.
Yo no podría defender algo injusto para la gente porque así interesara al
supuesto partido en el que militara. Tengo criterio propio, pienso por mí
mismo, no necesito que otros lo hagan por mí. Ayer, Rajoy no pensaba en la
gente de su país que iba a recibir la manta de palos, patadas y empujones que
propinaron los agentes del orden. Rajoy, el presidente de todos los españoles,
pasó de esa gente apaleada. Su pundonor, su orgullo y su prepotencia le
traicionaron y le llevaron al lado inhumano del asunto: “carguen contra las
personas que quieran votar o tengan relación alguna con urnas, listados
censales, papeletas u ordenadores”, “desalojen los centros de votación con toda
la contundencia que tengan que emplear, hay que impedir que haya un referéndum”,
“hoy no hay democracia en Cataluña, se prohíbe que el pueblo se exprese”.
Ahora, algunos se estaréis preguntando por qué no he culpado a Puigdemont.
Porque la inmovilidad de las leyes, ante siete años solicitando que se
modifiquen y que los catalanes se puedan expresar en las urnas, no es de recibo
y hace que me sitúe con ellos, a pesar de no ser catalán. No se trata de
oprimir al otro porque la ley lo dice y no nos da la gana de cambiarla. No se
justifica porque la pactamos entre todos en 1978, porque desde entonces ha
llovido mucho y han sucedido muchas cosas, entre ellas la traición del Tribunal
Constitucional al pueblo de Cataluña en 2010, recortando un Estatuto pactado,
acordado, aprobado en el Govern y en el Parlamento español. ¿Entonces de qué
hablamos?, ¿las leyes valen para unos y no para otros?, el Gobierno del PP se
ha hallado cantidad de veces fuera de las mismas y ningún fiscal se ha atrevido
a acusarles y dirigir contra ellos todo el peso de la ley. Por eso apañaron el
nombramiento del fiscal anticorrupción Moix, que todos sabemos cómo ha
terminado… en la puta calle. También sabemos cómo está el fiscal general Maza…
reprobado y pegado al puesto por un fino hilo. Todas estas manipulaciones del
Gobierno del PP, sumadas a la terrible corrupción, a la operación de las
cloacas de Interior para luchar, suciamente, contra adversarios políticos, a
los dineros regalados sin nuestro consentimiento que han dado y siguen dando,
al engaño continuado, etc.; todo eso llevamos soportado… se rebela Cataluña y
lo hace cualquier ciudadano o ciudadana sensatos. Las leyes están para
cumplirlas, por supuesto, el primero el Gobierno que no lo hace. Las leyes hay
que modificarlas y actualizarlas para que den respuestas a las demandas de los
pueblos y a los tiempos que corren.
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