LA DICTADURA HA LLEGADO PARA QUEDARSE

La dictadura ha llegado para quedarse, ya me dirán cómo se va a resolver un problema al que no se le da solución, sino que se interviene con el peso de la ley y se reprimen las ideas de una buena parte de la población catalana. Esa parte de la población más algunos que se van convenciendo de que lo que hace el Estado Central en su región es intrusismo puro y duro, seguirán pensando lo que hoy piensan, que desean vivir al margen de España, cómo se resuelve esa situación, con unas elecciones desde luego que no, volverán a salir los mismos y, entonces, ¿qué?, ¿van a estar aplicando un 155 detrás de cada elección?, ¿hasta cuándo? A la gente no se le hace cambiar de idea por la fuerza sino convenciéndole, hay que ofrecer algo que ilusione, un proyecto de país que sea real, que se vea día a día y donde merezca la pena vivir y luchar por mantenerse dentro. Esto es lo que parece no haber entendido el Presidente del Gobierno español ni tampoco los Ministros, pues de lo contrario de la reunión con los Ministros hubiera salido otra solución diferente a aplicar el tan querido por C’s, Art. 155.

C’s piensa que va a ganar las elecciones, pero hoy hay más independentistas que en 2015 gracias a Rajoy y sus políticas e ignorancia hacia el pueblo catalán y sus demandas. La inmovilidad del Gobierno del PP ha propiciado una masa de independentistas mayor a la que había hace unos años. Sé que la manera de actuar de Puigdemont y su gobierno no ha sido legal, de eso nadie tiene dudas, pero si se pide al gobierno central una negociación para poder celebrar un referéndum y escuchar la voz de los catalanes, y el gobierno de Rajoy no lo permite… hay que hacer algo diferente, hay que saltarse la ley… no les quedaba otra. Miren cómo cuando les interesa cambian las leyes, como hicieron hace un par de semanas cuando modificaron mediante un decreto que las empresas pudieran decidir cambiar la ubicación de su sede sin tener el consentimiento de sus accionistas. Esto sí interesaba por el golpe mediático, bien explotado por los medios y ellos mismos, los políticos del PP, PSOE y C’s: “fuga de empresas… las empresas se marchan de Cataluña… las empresas abandonan Cataluña”, posteriormente, explotaron la cuantía, el coste de dicha movilización de sedes, que al final no cambia casi nada: los negocios permanecen abiertos en Cataluña, funcionando, con su personal, etc. También cambiaron de prisa y corriendo la Constitución para encajar esa modificación del Art. 135 para pagar la deuda a los bancos extranjeros antes que gastar el dinero que se necesite en servicios públicos y bienestar de la gente. Un acto ruin que hicieron con nocturnidad y alevosía, en connivencia, el PP y el PSOE.

Al PP no le hace falta la mayoría absoluta, pues casi la tiene con sus socios PSOE y C’s, ha encontrado en estas dos formaciones dos buenos bastones que les sirven para todo: sacar presupuestos, ser elegido partido de gobierno, ejercer represión en Cataluña, regalar dinero a bancos y autopistas, empobrecernos, que no se investiguen a ciertos ex altos cargos de gobiernos, etc. Esos partidos no nos convienen a la población, no tienen nada que ofrecernos, a la hora de la verdad se rinden de inmediato a los mandatos de la UE, ceden la soberanía, que tanto dicen defender, a la primera de cambio… no son buenos para el pueblo, son los mismos a los que no les importa dejar caer a la ciudadanía y, sin embargo, no permiten que caigan los usureros de los bancos. Entre ellos se guardan las espaldas y pactan para no hacerse daño entre sí por los casos de corrupción de cada uno de sus partidos. Cuando hacen eso, buscando la impunidad de sus gentes, nos traicionan a nosotros, esa es la realidad, pero a ellos no les importa, llevan toda la vida haciéndolo.

Ahora, los pueblos de España estamos más encorsetados que nunca, han desempolvado el radicalismo ultraderechista y sus mentes están reviviendo los tiempos, para ellos gloriosos, de su caudillo. Desde este momento, el primero que se mueva y no se mantenga firme, a una orden es obligado a hincar las rodillas en la tierra, sea con el Art. 135, sea a base de porrazos. Lo peor que podía pasar ha pasado, que los que muchos años adoraron al generalísimo hayan llegado hasta donde han llegado y, por tanto, se sientan con todo el poder para imponer su ley… la que cambian solo cuando les interesa a ellos.