Realmente el problema
Cataluña-España tiene una complicada solución, si no es para un lado o para el
otro por la fuerza. Me explico: Los dirigentes catalanes han dispuesto todo en
un Parlamento donde hay mayoría independentista para lograr ese estado anárquico,
al que pretenden llamar República de Cataluña. Por otro lado, los dirigentes
del Gobierno central español, no están dispuesto a moverse de lo que dicta la Constitución,
que tal como está redactada no permite la segregación de ningún territorio,
pues es una unidad indivisible hasta el momento. Ya me dirán ustedes como dos
frentes tan dispares en cuanto al objetivo deseado se pueden poner de acuerdo.
Además, el Gobierno central español tiene a todo el poder judicial de su lado y
a su mando, aunque nos quieran hacer ver que hay independencia de poderes, cosa
muy poco creíble.
Para colmo, los unos y los otros
lanzan a sus partidarios a la calle tratando cada uno de ellos de mostrarle al
otro que son muchos los que apoyan su postura. La verdad es que la gran mayoría,
según nos han mostrado las cámaras son los catalanes que quieren votar, sea Sí,
o sea No. Cuando se ha manifestado solo Cataluña para pedir poder expresarse en
las urnas han llenado las avenidas y cuantas plazas o calles desembocan a las
mismas. Sin embargo, para poder ver una buena cantidad de gente en Cataluña,
por contrarrestar el efecto de los anteriores, han tenido que alentar a todos
los españolistas que vinieran de todas partes de España a defender la unidad
del territorio. Solo así, se ha podido ver a una buena cantidad de gente
mostrando la bandera nacional española. ¿Hay que medir así las fuerzas?, ¿la
solución pasa por rivalizar? Muchos más se han manifestado en toda España ante
los Ayuntamientos el pasado sábado para pedir que dialoguen. Sin embargo, los
de la derecha piden al Presidente del Gobierno que dé la cara y que aplique el Art. 155 para dejar sin
efecto la Autonomía de Cataluña. Cualquier medida por la fuerza tiene el riesgo
de una verdadera rebelión de masas.
¿Qué hace entonces el Gobierno
español?, acordar el desplante de las empresas, ese símil de que se van, pero
solo cambian sus sedes de ubicación, el resto: sus oficinas o lugares de
trabajo continúan abiertos y operando. Tiene un efecto psicológico porque lo
venden como que las empresas comienzan a marcharse de Cataluña, a mucha gente
es eso lo que les queda en la cabeza. Yo lo he dicho muchas veces, España no es
lo suficientemente atractiva como para querer vivir en ella, es una más, medio
arruinada, al menos, de cara a la ciudadanía, lo digo, porque vemos que el
Gobierno sigue regalando nuestro dinero a las empresas que les parece bien,
aunque los recortes se hagan notar en ciertas áreas. Aunque la deuda haya
superado tímidamente el 100% del PIB, o aunque no haya dinero para pagar las
pensiones y hayan tirado por la calle de en medio… pidiendo crédito, a pesar de
regalar nuestro dinero a entidades bancarias que no lo devuelven… nos han
tomado por tontos, los bancos y el Gobierno. En estas condiciones cualquiera
quisiera probar su aventura en solitario, sobretodo, teniendo el nivel
industrial-empresarial que tiene Cataluña. Cataluña aporta, alrededor del 20%
del PIB español, así que esta, para mí, es la verdadera lucha para retenerla.
Esa y que tras Cataluña, se pueden caer los naipes, unos tras otros. Por eso,
no quieren abrir la puerta a la independencia de los territorios de España.
Este es el resultado de vivir como un parásito durante años, que es lo que han
hecho los gobiernos que hemos tenido, en lugar de proyectar una España moderna,
productiva, industrializada, potente en investigación, sin paro, etc. De
aquellos polvos, vienen estos lodos.
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