Aumentan las temperaturas, no
sabemos si nos dirigimos al otoño o a un nuevo verano. El sector de la
hostelería se piensa en contratar a más personal y la gente ha cambiado el
cartel de se alquila Julio y Agosto, por el de se alquila Noviembre y Diciembre.
En los trabajos la gente pasa calor y comienza a pensar en pedir unas nuevas
vacaciones, otros tratan de coger al jefe en las horas buenas y negocian una
jubilación anticipada. Los nuevos coches están llenos de agujeros para que
cuando circulen dejen pasar el aire del exterior, lo malo es cuando comiencen
las lluvias que se pondrá la gente empapada. Son los coches del futuro porque
se prevé no va a volver a llover jamás. Los pantanos se secan y se descubren
construcciones antiguas que siempre estuvieron cubiertas por el agua. Esto es
una total novedad y algunos la aprovechan para fotografiarse en tal calamitosa
y espantosa situación de sequía. Los peces tuvieron que emigrar a zonas del
Norte, pero no de España sino de Europa, donde todavía queda hielo por
convertirse en agua y abastece a ríos y pantanos.
Hoy ha tocado escribir en
abstracto, esto es como el pintor que coge sus pinceles y deja pintura en el
lienzo sin ningún orden ni concierto. Pues hoy el artista hace un escrito
abstracto, surrealista, si quieres. El agua del mar, debido a las altas
temperaturas deja de ser salada y viene por oleadas… oleadas de zumo de piña,
en la próxima oleada se presenta de color naranja y sabor a zumo de naranja,
incluso, llegaron olas de sabor a tónica y a bebida isotónica Acuarius, que no
me venía el nombre. La tierra se reseca y toma la apariencia y el sabor de
pinchos de tortilla española y, con ello, se acaba el hambre en el mundo.
También las altas temperaturas y el clima mágico hacen que los proyectiles al
surcar el aire, se conviertan en bombones de chocolate y sean recibidos por la
población atacada como un regalo de los dioses. Los coches no necesitan
combustibles, circulan con el depósito de combustible abierto para que entre el
tórrido aire que hace que el automóvil lo explosione y puedan circular
permanentemente sin repostar… se alimentan mientras recorren los kilómetros. No
hay agua en las casas, pero cuando abres los grifos se proyecta una energía, un
rayo, que limpia, desinfecta y refresca. Así se lava, así se friega, así se
limpia, así nos duchamos, poniéndonos debajo de ese rayo limpiador. La gente ya
no compra detergentes, jabones o lejías, porque, sencillamente, no hacen falta
como acabamos de ver. Si se abren todos los grifos de la casa se unen los rayos
que se propagan de cada uno de ellos y se inunda toda la casa. El resultado es
que en unos segundos todo el hogar está totalmente limpio, como si se hubiera
realizado una limpieza en profundidad de suelos, paredes, techos, muebles,
traseras de muebles y cuadros… ¡es algo sorprendente! Para colmo, las personas
que se encuentren en sus inmediaciones se iluminan, se realizan espiritualmente
gracias a ese rayo, se convierten en santidades. Esto es bestial, lo que está
sucediendo en el mundo no tiene parangón.
Fíjense, el cambio climático ha
sido la solución de todos nuestros males, no es el mal apocalíptico que nos
habían dicho que era. Seguramente, para que no me encierren, debería concluir
con el clásico: ahora suena el despertador y me doy cuenta que todo ha sido un
sueño, pero cómo lo justifico si hace años que no pongo el despertador… me
suelo despertar yo solito. Bueno, crean lo que les dé la real gana, porque ni
yo sé de dónde vino todo esto. Tan solo entiendo que el mundo podría ser mucho
mejor.
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