¿Habéis visto lo que ha estado
haciendo la bolsa en estos días con el asunto Cataluña? Si se preveía una
convocatoria de elecciones por parte de Puigdemont… subía. Si el desenlace no
era el esperado o era otro… bajaba. Esto es muy significativo, está tratando de
decir lo que quiere que se haga y lo hace con lo que más les duele a algunos…
con el dinero. El poder del dinero se impone y ejerce presión para que en el
país suceda lo que él quiere que se haga. Lo peor de todo es que los medios de
comunicación, de inmediato, lanzan los datos contra la población, haciéndole el
juego al poder monetario y empoderándolo. Si nadie diera esas noticias acerca
de los movimientos de la bolsa y no se le relacionara, directamente, con lo que
transcurre en el país, no lo harían tan descaradamente.
El dinero está bien para comprar
lo que necesitamos, pero no hay que darle más importancia que esa. Sin embargo,
nos han comido el tarro, la cabeza para que me entiendan, y ha pasado a ser el
principal actor del juego en sociedad que se está desarrollando. El marketing
ya se encarga de hacernos adquirir aquello que no necesitamos porque lo
envuelven en seducción y falso prestigio. Es una maquinaria al servicio de la
explotación de las personas… tienes que trabajar más para ganar más para poder
gastar más…, es un círculo vicioso que dura toda tu vida. Al final, la
industria fabrica más porque sus ventas se incrementan, lo que está bien si
redundara en beneficios para todos, pero nos es así por lo que estamos
viviendo: el trabajador sufre recortes de salario y el empresario se hace más
rico, aprovechando esta estafa financiera llamada crisis.
Algunos están jugando con la
gente, con la vida de la gente sin importarles las repercusiones, las carencias
que sufran, los desahucios, que no puedan pagar, que se hayan quedado sin
empleo y sin ingresos. A los bancos les dan todas las bendiciones para que
sigan ganando dinero y si preparan una estafa como la crisis, presentan unas
cuentas engañosas acompañadas de unas gestiones especulativas salvajes y unos
agujeros contables terribles por su avaricia y su especulación descontrolada,
que nos hacen pagar a nosotros, les dan nuestro dinero sin autorización, el
Gobierno se otorga ese derecho. Como vemos, el Gobierno es el primero es jugar
con nosotros y traicionarnos, es eso lo que viene haciendo cada vez que se
queda con un euro nuestro, cuando lo regala, cuando gestiona mal o cuando deja
de cumplir con sus obligaciones, perjudicando a la población al tiempo que se
lucra a nuestra costa. No tengo buena opinión de los que nos gobiernan, es
palpable, no la escondo, no les perdono su traición. Pagamos a un grupo de
gente para que hagan posible nuestras decisiones, no para que nos arrodillen a
las suyas, a las de los empresarios y a las de los banqueros.
Esos papelitos rectangulares y
esos metales circulares… ¡piénsenlo!, están rigiendo nuestras vidas, lo han
hecho híper necesarios, ¿nos hemos vuelto tontos? Un mundo sin dinero es
posible, pero para gente preparada para ello. Yo creo más en una moneda
universal de cambio, que se llama amor.
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