El tema Cataluña está ya muy
manido, a todos nos preocupa, seamos o no de allá, pero informativamente
hablando, estamos hartos de tanto tira y afloja, así como del bombo informativo
y mediático. Yo quisiera abordarlo, espero sea la última vez, desde otro punto
de vista que algunos tímidamente han argumentado, sobre todo al principio,
cuando surgió esta pugna Govern-Gobierno central español. Me refiero al acto de
transgredir las leyes, que los que se llaman constitucionalistas ven tan
terrible.
Si no fuera por ello, estaríamos hoy día trabajando desde que sale el
sol hasta que se oculta, nos darían latigazos o nos lincharían cada vez que
algún rico nos señalara por algo justificado o injustificado. Habría esclavitud, no votaríamos, las mujeres
estarían anuladas, los negros no podrían compartir espacio con los blancos,
seguirían siendo seres inferiores y sin derechos, pero afortunadamente y
gracias a que algunas personas lucharon por ello, transgredieron las leyes del
momento, se enfrentaron al poder, se jugaron la vida, incluso muchos la
perdieron en la lucha por conseguir un mundo más justo y mejor para todos, el
mundo ha cambiado.
Ya no digo más, porque no es mi
interés volver a la carga con Cataluña, sino que hay que llegar a entender que
no es tan malo no atender ciertas leyes cuando tus objetivos, tu proyecto, tu
convencimiento o ideología, necesitan hacerlo, estar al otro lado. ¿Son
delincuentes?, no, sencillamente, son soñadores, abre caminos, fuerzan las
situaciones para conseguir algo distinto a lo que hay, espacios de convivencia
diferentes a los permitidos, ¿está mal, está bien?, para unos estará mal y para
otros estará bien, ni más ni menos, que como es todo en todos los órdenes de la
vida.
Nada está bien para el cien por cien de la población, ni nada está mal
para toda la gente. ¿Hay que desistir?, no, creo que no hay que hacerlo, hay
que perseguir los sueños, hay que ampliar horizontes, hay que luchar por
aquello de lo que estamos convencidos. Los que castigan a estos soñadores, son los
que queriendo no dejar de vivir como lo están haciendo, no admiten que los
demás puedan vivir de otra forma, es una dictadura simulada de lo que ustedes
quieran o, como quieran llamarle, me da lo mismo, ¿quiero decir con esto que no
vivimos una democracia?, pues sí, perdonen si no están de acuerdo, pero les
entiendo, han fomentado la cultura de la democracia para que nos lo creamos, al
tiempo que aplican sus mandatos como si fuera una dictadura. Votamos cada
cuatro años, ya no incidimos en nada más, las leyes y los decretos son del
partido con mayoría y de sus intereses.
Gobiernan los poderes económicos,
desgraciadamente para la población que se ve obligada a seguir la senda de las
normas dictadas por grandes empresarios y banqueros, en definitiva, por los
intereses del dinero.
Entonces, ¿ha hecho bien o mal el
Govern?, para mí, ni bien ni mal, ha hecho algo diferente. Pero, ¿hay unas
leyes que se deben cumplir?, por regla general sí, están para seguirlas, para
guiarse, pero cuando se desea hacer algo distinto, pacíficamente, y no quieren
cambiarlas, no hay más remedio que saltárselas.
Ya digo que de lo contrario, la
jornada de trabajo no sería de ocho horas, no tendrían los trabajadores un mes
de vacaciones pagadas, no disfrutarían de permisos por casamiento ni convenio
colectivo. Seguiríamos trabajando de sol a sol, explotados, posiblemente
encadenados, y el Ku Klux Klan seguiría persiguiendo y linchando a las personas
de color. Creo que se ha dramatizado demasiado con el tema de Cataluña y se
debería haber tratado, como se deben tratar todos los asuntos, no solo este,
con más humanidad, con más comprensión y con más amor. Por qué este trato no
nos lo concedemos. Por qué pugnamos y pugnamos por todo. Por qué creemos que
todo es nuestro. Por qué nos gusta imponer las condiciones a los demás. Por qué
no nos respetamos. Por qué no dialogamos y acordamos. Por qué no nos amamos.
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