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“Todos contra los malos”, esta ha
de ser la voz que han alzado los del trío de la estabilidad de España, la de
los defensores del bien y el orden, los más nacionalistas, los más españoles de
entre todos los españoles, los partidos que se llaman a sí mismos:
nacionalistas, constitucionalistas y legales. Es como si el resto de la cámara
fuese la camorra siciliana, cuando hemos tenido y tenemos un Gobierno que
acumula casos de corrupción para dar y regalar. Este Gobierno del PP se une al
PSOE, otro partido que acumula en sus espaldas otros tantos casos de corrupción,
y ellos, los partidos, hechos unos zorros, se sitúan como modélicos y dando
ejemplo de patriotismo, cuando ambos nos han traicionado, robado y mentido en
muchas ocasiones.
¿Estoy defendiendo que Cataluña
se vaya de España?, mi primera opinión es que no, me gustaría una convivencia
de todos con todos, pero en la que todos nos sintamos bien. Para ello, España
tendría que ser un país moderno, productivo, próspero, no endeudado hasta los
niveles en los que nos ha llevado el PP aprovechando la estafa llamada crisis,
los dineros dados a los bancos, cuanto se ha llevado para su financiación y
todo lo que se han repartido en dinero negro. España tendría que tener una
estabilidad económica que no tiene en absoluto, a pesar de que vengan diciendo
desde hace muchos meses que nuestra economía crece por encima de la media de la
UE. España está pidiendo casi cada mes un préstamo para poder pagar las
pensiones, porque el PP se ha cargado también la hucha de las pensiones, y pide
créditos teniendo dado dinero a entidades bancarias que nunca se lo van a
devolver. Han gobernado, sobretodo, en la primera legislatura de Rajoy como si
de un régimen absolutista se refiere, ordeno y mando sin contar con la opinión
de los demás de la cámara, eso sí, siguiendo los dictados del FMI, del BCE y de
Merkel, empobreciendo a los españoles, recortando en todos los servicios públicos
y en bienestar para todos. Con este panorama y con esta clase de gobernantes,
es normal que Cataluña se quiera marchar… tenemos una España en ruinas y
Cataluña se siente arrastrada a hundirse con España, cuando tiene un buen
colchón industrial, tal vez el más potente de España.
Por otro lado, España no da
oportunidad a experimentar e indagar otras formas de espacios sociales. Los
catalanes, o una buena parte, quieren experimentar su camino independiente de
España, hay que articular la forma para que se pueda marchar y si en unos años
quiere volver a unirse, que lo haga. ¿Es
esto un crimen, se está asesinando a alguien? España, que sepamos mantiene a un
millón largo de familias sin ingresos, a tres millones y medio de personas sin
trabajo, y con las nuevas reglas del juego laboral, a millones de personas con
empleo precario que no llegan a final de mes, estas situaciones sí que pueden
llegar a matar. El Gobierno del PP y, el de la última etapa de Zapatero, han
contribuido a fulminar la clase media del país con las políticas de la
austeridad impuestas por la UE. Los políticos son los que tienen unos buenos
sueldos y cuentan con dietas y suplementos como ningún empleado del país,
además muchos tienen la poca vergüenza de negarse a que se los bajen, como
viene haciendo PP, PSOE y C’s, cada vez que PODEMOS u otra formación lo ha
llevado a un Pleno. ¿Es así como miran los políticos de esas formaciones por el
dinero público, llevándose ellos cuanto más mejor? Antes tuvimos el trío de las
Azores y ahora tenemos el trío del castigo a Cataluña: el de los trabalenguas,
el del “NO es Sí”, y la alfombra naranja solo pisoteable por el PP. Los tres
unidos para castigar a Cataluña por su atrevimiento, saltarse la ley, un
movimiento que han hecho PSOE y PP cuantas veces han querido y ahí están: uno a
los mandos del barco que se hunde, el otro que lo primero que iba a ser al
salir de las primarias era echar a Rajoy, apoyándole sin condiciones, una
oposición que nadie entiende, y el bastoncito naranja loco porque se hagan
elecciones en Cataluña, pues vive con la ilusión de que va a ganarlas, de ahí
su beligerancia para que se le aplique a Cataluña el Art. 155.
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