En mi afán por encontrar una
solución en el tema catalán que satisfaga a todos, me encuentro con lo
siguiente: ¿de qué forma se podrían dividir los ciudadanos y ciudadanas que
desean independizarse de aquellos que quieren seguir viviendo en conjunto con el
resto de España? Quiero decir: que se constituya una república para los que
quieran ser gobernados por la misma, y no cambien las cosas para el resto. Se
celebran las elecciones y se elige gobierno autonómico dependiente del Gobierno
central español, como hasta ahora, pero habría que sacar del censo a la
ciudadanía que pidiera pertenecer a la república… evidentemente no tendría
nacionalidad española ni podría disfrutar de los servicios públicos españoles.
¿Cómo se reparten las actuales instalaciones: colegios, universidades,
hospitales, centros de salud, empresa de transportes públicos, etc.? – habría que
hacerlo atendiendo al porcentaje de población que quedara en cada lado, por
expresarlo de un modo gráfico para que se entienda. Si los republicanos fueran
un tercio de la población catalana, se le tendría que dar un tercio de los
servicios existentes… toda una locura, no sé cómo se podría fraccionar. Al
menos que hubiera, pongamos por ejemplo, tres hospitales, pues uno le
corresponde a la república y dos a la Cataluña adherida a España. Del mismo
modo se tendría que hacer con todo. Pero concebir esto dentro de un mismo
espacio, es un despiporre monumental. Aún así me atrevo a pensar en ello,
porque siento a los que quieren algo diferente y, porque ya hemos vivido
demasiado tiempo una democracia que se basa en que una mayoría arrolla a una
minoría que se ve obligada a comulgar con piedra de molino lo que quiera
aquella mayoría. Una minoría infeliz y contrariada… a esto se le ha llamado
democracia, ¿no da la inteligencia para nada más?, el caso es no perder ovejas
por el camino, porque al final hay que recaudar de todos, todos debemos pasar
por caja.
Partiendo de donde lo he dejado
en el párrafo anterior, se me viene a la cabeza otra cuestión: Si los
empresarios quisieran seguir en España, ¿qué medios de producción y de generar
riqueza tendría la república?, tan solo contarían con los impuestos que
cobraran a la ciudadanía republicana, ¿serían suficientes para vivir una
sociedad de dos millones de personas o algo más? Otra cuestión que me aborda la
cabeza sobre la marcha: ¿dónde trabajarían los republicanos, en las empresas de
los catalanes españoles? Vemos que esto sería un embrollo horroroso, lo mismo
sucedería al contrario, si los que sienten que quieren seguir en España se
vieran obligados a vivir en un régimen de república… sería injusto. No
obstante, por encima de todo, me tomo estas molestias porque quiero y deseo que
todos podamos vivir como queramos, no bajo la imposición de los que no
compartimos ideales o políticas.
Concluyo diciendo que Cataluña
está viviendo una historia ideológica preciosa de una parte, pero una
confrontación social deprimente. El cruce de culpabilidades e
irresponsabilidades está en danza, y no sé cómo se puede hegemonizar tantas
fuerzas apuntando en tantas direcciones diferentes. Sigo pensando que el
culpable es el Gobierno central español y no lo digo por la tirria que le tengo
sino porque continúo pensando que de haber procurado, los gobiernos que hemos
tenido, una España número uno en la vanguardia de las tecnologías, la producción,
la modernidad, las investigaciones, pleno empleo, salarios dignos, etc., sería
un país atrayente para cualquier ciudadano o ciudadana y, raro sería que
alguien se quisiera marchar.
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