Algunos países europeos anuncian que van a ejercer control a lo largo de sus fronteras para evitar la entrada masiva de personas que no tengan los permisos y documentos requeridos para ingresar a sus países. Es de sentido común, pero ya hay otros países que se ponen la camiseta de más solidarios que nadie, que dicen que son medidas de ultraderecha. Está visto que todo lo que no le guste a uno y otro bando, o es de ultraderecha o lo es de ultraizquierda, pero a ninguno de esos que acusan de ultras, se le ocurre utilizar el sentido común y cumplir con su obligación de mantener el bienestar y la seguridad de sus poblaciones. Dicho así, pudiera parecer que lo que digo es presuponiendo que todos los que llegan van a ser personas peligrosas, y no es así, seguramente todos no lo sean, pero tampoco hay que permitir que entren al país saltándose las leyes, cómo y cuándo se les antoje, y que tengamos la obligación de correr con todos los gastos: alimentación, techo y ayudas para que tengan para sus gastos. Ni somos una ONG, ni somos sus padres, ni debemos sentir la obligación hacia ellos cuando no la tienen los dirigentes de sus países de orígenes. Solidaridad compartida como mucho, a la que ya me referí ayer, un acuerdo con los países de origen, que sus dirigentes abonen la roncha y nosotros tengamos las molestias y les preparemos, en el caso que estemos más adelantados en diferentes materias o profesiones, pero que una vez formados tengan que retornar a sus países.
Todo lo que no vaya por ahí, es una auténtica tomadura de pelo por parte de los dirigentes de sus países. Se descargan de población, se desentienden de esas personas y nos hacen responsables de todas las necesidades que tengan en cuanto pisan nuestro país. Es por ello, que hay que blindar las fronteras, las costas, nuestras aguas territoriales, eso no quiere decir que todas las personas que tengan derecho a ir de un lado para otro, no lo puedan hacer. Pasarán con solo presentar su documento de identidad, eso no es una gran molestia, ni siquiera debe ser molestia, hay que respetar la legislación de los países vecinos, no podemos ponernos de acuerdo e invadir a ninguno, no se pueden regalar las nacionalidades, Marruecos seguramente no nos la daría a ninguno que ocupásemos su territorio. Hay leyes y normas que hay que cumplir, no para unos sí, y para otros no. Eso no es ser mala persona, los países no se pueden desestabilizar, hay unos presupuestos de dinero público para poder mantener una infraestructura de país con todos sus servicios públicos, y no se puede pellizcar continuamente porque la economía se va al carajo, y la deuda, como está sucediendo, se desborda, más de un billón de euros.
Encima, un país y un presidente de un país, no pueden ir continuamente con los pantalones por la rodillas, porque todos te ven el culo y corres peligro. Si se acoge en España, las personas inmigrantes deben acatar las normas y las leyes del país, no contrariarlas, y menos luchar o manifestarse para imponer las suyas, como ya viene sucediendo en algunas ciudades donde se encuentran en un número suficiente como para ejercer cierta fuerza. Las autoridades han de estar en su sitio, cumplir con sus obligaciones y no limitar la acción policial para restablecer el orden. No se puede sacar una partida de millones para dar de comer a todos esos inmigrantes la carne que quieran y matados los animales por el estilo que sea. Aquí hay lo que hay y si les interesa que se adapten, y si no que se vuelvan por donde vinieron. Aquí la religión es la católica, y todas las religiones se deben practicar en la intimidad, en sus hogares o en sus templos. Por tanto, no hay lugar a impartir clases en las escuelas de tal o cual religión, modificar las costumbres, emplear profesores de tal o cual religión, etc.
En definitiva, era imprescindible controlar los límites de los países para evitar seguir siendo invadidos de un modo ilegal, porque las repercusiones las veremos en los próximos años y posiblemente no sean satisfactorias ni buenas para nosotros.
Seguiremos...
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