He querido dedicar estas líneas a la droga cerca de casa, porque cuando apresan a una banda dedicada al narcotráfico como quien dice, a la vuelta de la esquina, aún parece llegarte más. En este caso, como ha salido en prensa y demás medios de desinformación y manipulación masivos, en la localidad de Alcalá de Guadaira han apresado alrededor de treinta personas, entre las cuales hay cinco policías nacionales, colaboradores necesarios para que la droga fuera de acá para allá con tranquilidad..., y dinerito al bolsillo.
Alcalá de Guadaira esta a tiro de piedra del lugar donde vivo, tan solo a diez minutos por la SE-40, ahí mismo, y cuando suceden estas cosas en una localidad tan conocida, por la que tantas veces he transitado, parece que el asunto te afecta más. No obstante, no es lo más cerca que he estado de asuntos de droga, pues en mi misma urbanización hemos sufrido fuertes olores a droga, conducciones eléctricas que han salido ardiendo, actuaciones de los cuerpos de seguridad que han desmantelado dos plantaciones en el interior de sendas viviendas deshabitadas, que eran empleadas para obtener rendimientos por cultivo de droga. Y en otra ocasión, se descubrió otra vivienda en la que procesaban, pues cuando intervinieron, de madrugada, los encapuchados de los cuerpos de seguridad, desalojaron cantidad de material de laboratorio: mobiliario blanco metálico, matraces y demás recipientes típicos para hacer reacciones químicas, y montones de macetas con plantas. En total dos camiones llenos se pasearon por la urbanización dirección a la salida, y nos quedamos tranquilos tras el sobresalto.
Tampoco esas fueron las únicas acciones de este tipo habidas en la urbanización en la que vivo, hubo otras anteriores y posteriores, y ustedes se preguntarán dónde he ido a vivir, pues en una urbanización situada a solo quince minutos de Sevilla, una urbanización urbana de toda la vida, en la que había familias de lo más normales, trabajadoras, donde hace años nos conocíamos todos y el ambiente era formidable, pero conforme han venido los malos tiempos y los bancos han ido desahuciando a algunas familias, han ido vendiendo a otras familias, que parece tienen doble vida: la aparentemente decente, con un negocio y una actividad y, otro turbio que llevan a escondidas. De hecho, a varios de esos les ha asaltado en más de una ocasión la GC, les ha tirado la puerta abajo, les ha registrado, e incluso sus propietarios han pasado alguna que otra temporada a la sombra. Desgraciadamente, el dinero manda, y el que tiene para comprar, compra y se mete en la urbanización, y el ambiente se va enrareciendo. Al final todos nos enteramos de lo que hay, y no podemos hacer nada, son vecinos, han comprado legalmente, y nadie les puede prohibir que vivan aquí, que paseen por las calles, o que entren en la urbanización. Son propietarios como lo somos los demás. Y como la justicia es como es, y las cosas están como están, van y vuelven del trullo como si cogieran cortos periodos de vacaciones.
Volviendo a la noticia, he de decir que me parece vergonzoso que hasta dentro de los cuerpos de seguridad haya gusanos, haya podredumbre, estemos vendidos, haya individuos que se alineen con los malos, con los que llevan actividades delictivas, porque el dinero es muy malo y su vocación y decencia tan deplorables. No estamos seguros ni con aquellos que deben velar por nuestra seguridad, se alinean con los malos, les ayudan a llevar a cabo su actividad delictiva, y no son los primeros ni los últimos. Hemos sabido de cantidad de agentes y mandos tanto de la policía nacional como de la GC, pringados. La ley hay que endurecerla, me imagino que los individuos apresados siendo funcionarios de la ley, deben ser puestos de patitas en la calle, sería lo justo, y que jamás puedan acceder a ningún puesto de trabajo que tenga que ver con la Administración pública, no son dignos, no nos podemos fiar, deben perder sus plazas de funcionarios públicos y pasar a una lista negra. Que se monten un negocio por su cuenta, o se busquen un empleo por cuenta ajena. Y no se me olvidan aquellos cincuenta y seis policías locales que aprobaron copiando y fueron trincados, en unas oposiciones para la policía local de Sevilla, y siguen ejerciendo como si nada hubiera pasado. Deberían tener igual trato, pues ya es mal comienzo entrar en la policía cometiendo un delito, e igualmente son poco fiables.
Seguiremos...
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