Ayer veía la retransmisión de la sesión de control al Gobierno, y todo iba bien hasta que intervinieron los diputados y diputadas de Junts y ERC, porque no me enteré casi de nada, ¿Por qué hay que poner subtítulos si estamos en el Parlamento español? Ese tragar y tragar del Gobierno español en su cobardía por poner las cosas en su sitio y emplear ese dicho tan sensato: Más vale una cara colorada que cien amarillas, podría haber evitado esta molestia y sinrazón. Ayer mismo en las redes se podía leer de una médico en Baleares que había perdido su plaza por no acreditar el B2 de catalán. No se puede poner por delante la lengua regional, antes que el español y la profesionalidad o experiencia de un médico. Esto está sucediendo en esas regiones españolas exaltadas por su propio nacionalismo, que impiden a personas de otras regiones españolas puedan aspirar a trabajar en la Administración de esas Comunidades porque lo primero es hablar y pasar el examen oposición en la lengua secundaria de esa región. Sí, es una lengua secundaria, estamos en España y se ha de hablar, y ha de primar para todo el español, y en segundo lugar la lengua propia de la región. Esto hubiera sido poner a todos en su sitio, pero le falto sentido común y agallas al gobierno socialista, prefirió los apoyos para seguir en el sillón del poder, que es por lo que está haciendo casi todo lo que hace, como ahora conceder a los catalanes una financiación singular y que ellos se puedan autogestionar como quieran, se queden con la totalidad de lo que recauden en impuestos, pero eso sí, como pude escuchar ayer en la sesión de control al Gobierno, piden mayor inversión del Estado español en carreteras catalanas, en su red de trenes o en su sanidad. Los catalanes quieren ser independientes para llevarse el dinero pero no para costear sus servicios públicos.
Un gobierno que no gobierna es el mayor desastre para un país. Un gobierno que va con los calzones bajados en todo momento, es una vergüenza para todos. Un gobierno que lo hace todo en su conveniencia y no para asegurar el bienestar de la gente y lograr que el país progrese adecuadamente, que lanza una mentira detrás de otra, etc,, no es digno de estar dirigiendo un país, porque no lleva rumbo, va a la deriva, no tiene un proyecto de país, va de ocurrencia en ocurrencia. Un país que ha convertido la inmigración ilegal en un acto ilegal de gobierno, o sea, permitir que todos se salten las leyes del Estado, y no contento con eso nos arruina un poco más como país, endeudándonos hasta las cejas, pagando ropa, manutención, móviles, alojamiento en hoteles, haciendo nuevos centros de acogida, pero por qué no emplea todo ese dinero en industrializar el país, en lograr el pleno empleo para los españoles desempleados y, posteriormente cuando todos estemos trabajando, si hiciese falta mano de obra que solicite a los inmigrantes que quieran venir a trabajar, que manden currículos, que es como se hacen las cosas, legalmente y ordenadamente, no solo primando el negocio, que de verdad da mucho asco. Tener continuamente las puertas abiertas y que vengan todos los que quieran venir, no son políticas serias ni constitucionales. Este gobierno incurre una y otra vez en actos delictivos, es colaborador necesario para que haya delincuentes por las calles, que no traigan documentación alguna, que no respeten las leyes, y que se propague un efecto llamada para que sigan viniendo.
Mientras tanto, solo se dedican a exprimir cuanto pueden los presupuestos de Europa, a ver si nos llevamos la mayor tajada, que ya se perderá todo cuanto podamos, que seguro será mucho. Visto lo visto, la Administración Pública controla poco o casi nada, son demasiadas veces las que hemos oído que tal o cual partido no presenta sus cuentas anuales, o que las lleva sin presentar varios años, y los enchufados del Tribunal de Cuentas, que debieran vigilar que esto no ocurra, están en una fiesta perpetua, en lugar de cumplir con sus obligaciones. Hacienda, otro poco más de lo mismo, a los partidos incumplidores les pasa la mano, a los clubes de fútbol (El opio del pueblo), les dejan que deban millones de euros, igual a ciertos empresarios, etc., pero como usted o yo debamos un solo euro, nos bloquean las cuentas bancarias, nos notifican cuarenta veces y nos embargan desde el minuto uno. Vivimos en un constante agravio comparativo, donde no somos iguales ante la ley ni ante las demás Instituciones del Estado, todo depende de quiénes somos, como nos apellidamos, o qué cargos tengamos dentro de lo público. Cuando no hay orden ni concierto, cuando todo se lleva como si fueran gánsteres, y como si el Estado se rigiera por las normas de la mafia y la corrupción, ni hay democracia, ni hay justicia, hay mucho caos y todo se traduce en una gran estafa a la población española. ¡Gobierno, los malos te dan las gracias!
Seguiremos...
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