Hay dos temas
centrales en la vida política del país, la independencia de Cataluña y la
acogida de los refugiados. Esto le viene muy bien al “ingobierno”, pues mientras
se habla de esos temas y se calienta el escenario, se deja de hablar de Gurtel,
Bárcenas, Púnica, Contabilidad B, cuentas en Suiza o pago en negro de la
reforma de la sede de Génova, 13.
Con respecto
al primer tema, se ha tratado de remover las cloacas interviniendo la sede de
Convergencia Democrática de Cataluña, buscando papeles que acusen del cobro
ilegal del 3 % de comisiones. Algo que ya denunció Pasqual Maragall en el 2005
y a lo que no han prestado atención hasta aproximarse las elecciones, que Artur
Mas pretende convertir en plebiscitarias.
Con respecto
al segundo tema, ayer, la Sra. Bañez convocó una reunión con los representantes
de las comunidades autónomas para tratar el tema de la acogida de refugiados.
Lo cierto, según manifestaciones de los asistentes, es que la Ministra no traía
ningún dato, no concretó nada, o sea, no había nada de nada. Todos coinciden en
calificar dicha reunión de inútil, insatisfactoria y una pérdida de tiempo. La
Ministra no pudo ofrecer ni el número de acogidos, ni un borrador con el plan
de actuación. Nadie entiende el por qué de dicha convocatoria.
El “ingobierno”
no se enmienda, sigue trabajando con la misma imprevisión de años atrás.
Parchea con las ideas que se le ocurren para salir del paso. Hace unos días
tanto el Ministro de interior como el de exterior, decían que no podíamos
acoger más que a un número reducido de refugiados. Posteriormente, Rajoy va a
hablar con Merkel, que le habrá prometido dinero, que es de lo que se trata
todo el asunto de supuesta solidaridad, y ahora, están dispuestos a acoger al
número de refugiados que nos asigne Europa. De nuevo les toca a nuestros
políticos hacer de caballitos del tío vivo, o mejor aún, de bailarina de la
caja de música. Merkel abre la caja y Fernández Díaz, Margallo y Rajoy, se ven
dando vueltas, con el tutú y todo, mientras se oye tan armoniosa melodía.
No tienen
criterios propios, no se saben lo que se va a hacer en cada momento, están a
las órdenes de los que mandan y dicen que no está la soberanía secuestrada. ¿Hay
quien se lo pueda creer?, bueno, es un show televisivo más. Pero mientras
consumen el tiempo, la atención pública se gira hacia estos asuntos, que en tiempos
de precampaña electoral, le viene de escándalo.
No obstante,
para que no se escapen tan fácilmente, voy a recordarles la locomotora económica
que somos, pero de la corrupción. Porque no solo crecemos económicamente, endeudándonos,
más que el resto de la UE; sino que también lo hacemos en casos de corrupción.
Tenemos una gran variedad de ellos: Los EREs de Andalucía y el fraude de los
cursos de corrupción, Pujols y la trama familiar, Urdangarín y esposa, Caja B
del PP, Pago con dinero negro de la sede del PP, Bárcenas, Gurtel, Púnica, el
pequeño Nicolás (muy silenciado), Rato, etc.
Es bueno
atender lo que va llegando, pero sin olvidar lo que ya algunos se traían entre
manos. Si no, algunos estamos para recordarlo.
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