miércoles, 26 de diciembre de 2018

CAMINANDO JUNTOS



Expuestos a la vida, a merced de sus circunstancias, muchas de ellas son producto de decisiones nuestras del pasado; por lo que no debemos culpar a nadie ni a nada. Estamos rodeados de gente y a la vez estamos solos en este camino que tenemos que recorrer. En momentos concretos coincidimos con otras personas y vamos un tramo del camino acompañados, pero en lo esencial transitamos solos. ¿Recuerdan la famosa frase de Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mis circunstancias”?
Aún me sigo preguntando quién soy yo, qué hago aquí, para qué he venido, cuál es mi misión en este mundo, pero algo he comprendido, sé que puedo trascender la aparente única dimensión, la aparente forma aprendida de vivir, porque hay mucho más, hay otra forma de estar, hay otro centro que es pleno en sí, que es felicidad y gozo sin motivo que lo justifique… al menos, no mentalmente.
Dicen que la Navidad es una fecha propicia para el recogimiento, para el sentir profundo, para acercarse a la esencia, tal vez sea eso lo que me hace expresarme en este sentido. Detrás del divertimiento propio de las reuniones familiares y de amistades que se dan estos días, ¿se está despertando algo más, hay amor, verdadero amor, o seguimos reteniendo mala leche y rencores contra los otros? Podemos optar por repetir, por dar vueltas y no mostrarnos jamás ni aprender nada. Podemos seguir tropezando una y otra vez. Podemos desaprovechar cada ocasión que nos brinda la vida para mejorarnos como personas. De nosotros depende que lo hagamos, es nuestra decisión, son nuestros miedos los que, a veces, nos impiden seguir caminando.
Todos valemos, todos importamos, todos tenemos valores que aportar; todos somos únicos, originales e irrepetibles al cien por cien, por qué vamos a rendirnos, por qué vamos a dejar de hacer nuestra aportación a este ciclo de la existencia. Tenemos habilidades y pensamientos que son necesarios para seguir progresando. Tenemos sentimientos que debemos mostrar al mundo y compartirlos con los demás. Tú importas, todos debemos aprender, hay un mucho programado en todo lo que hacemos… descubrámoslo y desprogramémonos. La sociedad actual no enseña a hacerlo por propios intereses, sobre todo, monetarios y de rendimientos productivos. Nosotros no somos engranajes de máquinas, no somos robots, somos humanos pero muchas veces no nos tratan como lo que somos. Nos dan órdenes a modo de programación y solo esperan, al margen de como nos sintamos, que las cumplamos aunque enfermemos en el empeño. Hacemos demasiado por miedo y por complacer los caprichos de los que nos rodean, pero no estamos aquí para realizar el camino de otro sino el nuestro junto con los otros, que es diferente.
El sistema nos somete y debemos saber entregar porque tenemos obligaciones para conseguir ciertas recompensas, esto es entendible, pero debemos, al mismo tiempo, hacer una entrega justa para nosotros, que no nos mate, que no nos enferme y, si pudiéramos, que nos haga un poco más feliz. No hemos venido a cumplir las expectativas de nadie sino las nuestras. Tenemos la posibilidad de la autorrealización, aunque de momento esto te suene a chino. Ese estado es el más maravilloso que te pueda imaginar, tu ser sabe de qué estoy hablando. Déjate llevar por tu ser interior, escúchale un poco más, permítele expresarse y guiarte, préstale un poco más de atención. Esto no es un tipo más de creencia o programación, esto no es tarea de una secta, es tu propia esencia, es la vida en ti, eres tú, es la energía que eres… ¡déjale ser!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

Mis tres primeros libros

Mis tres primeros libros

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE
Volumen 1, 2 y 3

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

TRABAJO INTERIOR

TRABAJO INTERIOR

UN POCO DE MÍ

UN POCO DE MÍ
Críticas y soluciones