Me gustaría meterme en un follón, pero no por armar revuelo
sino por tratar de hallar soluciones a asuntos que hasta el momento solo se
entienden pueden ser o esto o aquello, trataré de explicarme. Desde hace años,
sobre todo, desde que la política está como más efervescente, hay colectivos
reivindicando la república como forma por la que desean seamos gobernados.
Según dicen otros muchos no defensores de la república, argumentan que quitar
al rey para dejar de pagarle, significa que cada cuatro años tendremos a un
Presidente de República que se sumará al correspondiente Presidente del
Gobierno, para ponerse a la cola de percibir un sueldo vitalicio. Pienso que
con imaginación podríamos descubrir algún sistema que no se deba llamar ni lo
uno ni lo otro, ni monarquía ni república; puede existir un Gobierno con su
Presidente y ya está, ¿para qué queremos más comensales a la mesa, para que nos
cueste más la cena?
Por otro lado, hay que darle una vueltita a lo que entienden
algunos por democracia, esa regla por la que los que son más en número pisotean
las ideas, las propuestas y hasta los derechos de los que son menos. Por qué
dicen algunos que la democracia es la forma de convivencia menos mala, por qué
no han hecho un esfuerzo más, por qué no han tratado de complacer un poco más a
todos, no mucho a unos y nada a otros. Todos vivimos aquí, en este país, y
todos tenemos derechos y obligaciones. En la toma de decisiones por las que nos
tengamos que regir, en eso que algunos han llamado: reglas del juego, deben participar
todos los representantes de los ciudadanos. Todos los colores que obtienen
votos deben poder opinar y que su posición sea tomada en cuenta, evidentemente,
con el peso de los electos conseguidos y, algo que puede llegar a ser más
importante: por el peso de su proposición, por la importancia social de sus
propuestas, por el beneficio que pueda aportar a la ciudadanía. Ahora es cuando muchos dicen: Si esto va a
ser así, vamos a hacer un partido político y nos presentamos que por poco que
consigamos nos aseguramos trabajo para cuatro años, pero es cuando viene la
segunda parte que a ningún político le gusta, porque están en el cargo por
profesión y no por vocación; ninguno quiere bajarse el salario, mucho menos
quieren oír hablar de trabajo voluntario para la sociedad española… primero,
antes de meter el pie en el Congreso debe estar empleado y, solo así, dedicar
unas horas a legislar, a hacer propuestas, etc., para el curro ya tenemos al
cuerpo de funcionario, que no nos sigan engañando, que no le engañen más. Esto
puede ser perfectamente posible, pero los profesionales de sacar tajada de lo
público se niegan porque su vocación de servicio público es inexistente.
Resumiendo, siguiendo estos pincelazos que he dado y
haciendo una analogía a lo existente para no perdernos demasiado, ni tratar de
que el relato sea calificado de ciencia ficción: El Congreso lo ocupan los
diputados, trescientos cincuenta personas voluntarias sin sueldo, en la
proporción de los votos conseguidos por sus formaciones; de tal manera que
todas las formaciones que hayan recibido votos tienen que estar representadas.
Para mí, esta es la forma más democrática, que toda la ciudadanía tenga voz,
voto en el Congreso y posibilidad de hacer propuestas. Incluso, sería todavía
más democrático que un número determinado de ciudadanos, también
voluntariamente, pudieran incluirse entre esos trescientos cincuenta diputados…
serían independientes, no adscritos a ninguna fuerza política.
Una vez llegados a este extremo, constituida la Cámara,
entre ellos votan a un representante de todos, que lo puede ser por periodos de
tiempo acordados, esa persona elegida es la equivalente al cargo de Presidente
del Gobierno actual. Entre todos hacen propuestas, entre todos legislan, entre
todos hacen las normas… único fin: el bien de la gente, porque no hay otro
motivo que justifique que unos pocos dirijan al resto.
¿Qué ha sucedido, hablo de república, de monarquía, es una
democracia como le interesa a unos pocos que la conozcamos? Yo creo que es un
sistema nuevo, totalmente posible, viable y que dejaría en evidencia a todos
esos bocazas, embusteros y ruines seres traidores que nos están parasitando
mientras se forran a nuestra costa.
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