El 18 de
octubre del pasado año, el Johns Hopkins Center for health security en Nueva
York, llevó a cabo un simulacro de pandemia con el coronavirus, que de ser
realidad revelan unos datos escalofriantes, provocaría sesenta y cinco millones
de muertos. Esto se sabía, se habló en el Foro económico mundial de Davos,
Suiza. Por tanto, podemos sentenciar que muchas autoridades mundiales y algunas
multinacionales relacionadas con la farmacia, los equipos sanitarios, o la medicina,
conocían estas pruebas que se habían realizado y, de algún modo, son cómplices
por su silencio, o están implicadas. En el foro donde se trató este tema
estaban presentes: Adrian Thomas, vicepresidente de la multinacional Johnson
& Johnson o, Brad Connett, Presidente del Grupo Henry Schein.
Global
Research, que es una organización independiente dedicada a la investigación y
la comunicación con sede en la ciudad de Montreal, reconoce que el virus se ha
creado en un laboratorio de la ciudad de Wuhan (China), con la participación
de: Francia y el departamento del laboratorio de microbiología de Canadá. ¿Con
qué intención fue fabricado este virus?, ¿qué se perseguía con ello?, ¿se
escapó el virus del laboratorio? Y como cada uno solo se mira su ombligo, el
Secretario de Comercio de EEUU, Wilbur Ross, ha hecho la siguiente declaración
pública: “Creo que el coronavirus ayudará al regreso de los empleos de China a
EEUU”. Una interpretación a esas palabras podría ser: si le jodemos la
industria y su economía, tal vez, dejen de ser la mano de obra barata de otros
países y, claro, como era una autoridad americana la que declaraba, lo que
cabía decir, era que EEUU recobraría peso industrial, lo que haría aumentar la
oferta de puestos de trabajo para la población americana.
China,
aspirante a ser destacada líder económica mundial, es casualmente la nación que
con más frecuencia padece pandemias graves, en 2003 fue el S.A.R. (Síndrome
Agudo Respiratorio), después, en 2019 fue la Peste Porcina, y en este año le ha
tocado el coronavirus. Global Research califica este virus de agente de guerra
biológica, agente destructor masivo de economía y poblaciones… ¿error humano o
maldad?, ¿quiénes son los responsables?, con lo que hemos leído y oído algunos
están más que señalados con el dedo, ¿se les exigirán responsabilidades?, al
final, cuando pase, si es que lo hace, ¿habrá que llamarles genocidas?
Y como toda
trama mafiosa, maligna y quién sabe qué cosas más habría que llamarle, lo que
ahora toca es pelear por llegar el primero para hacerse con la patente de la vacuna
correspondiente… ¿puro negocio a costa de la vida de muchos miles de personas?
Casualmente en Wuhan, epicentro del contagio y punto de expansión del virus, ya
han surgido los primeros ensayos de antídotos o proyecto de vacuna…, se levanta
la veda, se permite la batalla de patentes y marcas. Todo el que no esté
todavía infectado por el coronavirus de los cojones, que siga confinado en su
casa hasta que los listillos que saben cómo lo fabricaron, les dé la gana de
decirle al mundo que saben cómo neutralizarlo. Antes tienen que hacer sufrir
mucho más a la gente y deben matar a muchos más miles de personas para que el
precio de la vacuna se vaya por las nubes, pero no sé si algún Estado lo podrá pagar
con la ruina que representa para un país que se ha quedado paralizado. Si nos
querían hacer vivir una posguerra mundial, lo van a conseguir, vamos a vivir
una aproximación bastante veraz. El bajón económico que vamos a sufrir todas
las familias, me temo, será bestial. Los despidos, las bajadas de sueldo o las
pérdidas de los mismos se vislumbran en el horizonte. El Gobierno ya ha salido
por la tele representando su plan Marshall, empieza a sacar la chequera y
promete doscientos mil millones de euros con ayuda de la UE, más deuda para el
país, pero los políticos no hacen ni un solo gesto solidario con la ciudadanía…
de bajarse el sueldo nada de nada, de dejar de cobrar un par de meses para ser
consecuentes con la situación actual…, menos. Tampoco hablan de dejar de pagar
las pensiones vitalicias de sus colegas, los golfos y traidores que estuvieron
antes o las subvenciones reales a los que ya son millonarios a nuestra costa.
Ya sabemos de qué lado caerá la pobreza, ya sabemos a quiénes les va a tocar el
premio sin haber comprado ni un solo décimo.
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