viernes, 6 de marzo de 2020

LA VACUNA CONTRA EL HAMBRE

Resultado de imagen de vacuna contra el hambre

                              Imagen: www.clarin.com
En estos días que tanto se habla del virus que se extiende por el mundo, todos se apresuran por conseguir la vacuna que nos proteja, o bien Dios sabrá lo que persiguen. Por el contrario, la vacuna contra el hambre ya existe, se llama: comida, y sin embargo no se aplica a los niños más desfavorecidos, no interesan al mundo moderno capitalista. Mientras se suceden las horas de grabación televisiva para preocupación del primer mundo, están muriendo miles, quizás, millones de niños en todo el mundo por falta de alimentos, medicinas o cuidados médicos, pero eso no parece alarmar a nadie en estos momentos de la historia mundial. Tiene mayor repercusión que un evento deportivo se vaya a celebrar a puerta cerrada, sin público, para evitar el contagio masivo, pero no importa que el hambre se haya convertido en una pandemia en diversas zonas del mundo. Sienta mal que algunos de esos eventos corran el riesgo de no poder celebrarse, tales como: la liga de futbol italiana, los juegos olímpicos de Japón o el gran premio de motociclismo de Catar, pero ningún medio habla de esos niños que están muriendo cada día por las carencias antes mencionadas. Ya no es noticia que los pobres del mundo mueran, es noticia que los ricos puedan enfermar de un virus que alguien ha debido inventar o manipular para horror del mundo civilizado, adelantado, moderno o como siempre dijeron erróneamente “primer mundo”.
Con el material humano degenerado actual no nos podemos fiar de muchos, desconocemos el plan de muchos poderosos que hace tiempo dijeron que el problema mundial, refiriéndose a la desestabilización de ese que ellos llaman primer mundo, es la consecuencia de la superpoblación. Dijeron que sobramos, algunos se atrevieron a esbozar planes para eliminar a parte de la población, así que no sabemos si este virus es parte de su plan, aunque de lo que sí podemos estar seguros es de que esto como cualquier otra situación organizada que cause miedo, es aprovechado por los desaprensivos para obtener beneficios. La reciente crisis mundial económica es un claro ejemplo de lo que digo, fueron muchos los que supieron sacar rédito de la debacle del dinero, de la mala gestión bancaria, de la ambición de la misma y el desastre especulativo que generaron con los paquetes de hipotecas basuras que las entidades financieras norteamericanas les vendieron como si fueran gangas y con las que se provocó el agujero en el sistema financiero mundial. Pues, también, mientras todo eso sucedía, morían millones de personas en el mundo por falta de alimentos, medicinas, aguas contaminadas para beber o falta de recursos sanitarios, pero todos estaban preocupados por lo mal que iba la economía en los países desarrollados… ¡imaginen cómo seguían viviendo dónde nunca tuvieron nada!
Hay alimentos para que todos podamos vivir bien, pero hay una parte del mundo que no les ayuda, y otra gran parte ha perdido de vista el exigir que se les ayude, mejor se manifiestan para equiparar salarios, la tractorada por los precios agrícolas, acentuar el feminismo, etc., todo vale para la distracción de la gente en detrimento de una acción solidaria mundial contra la injusticia y el genocidio que permite que una parte de la población mundial tenga que vivir en tan lamentable situación de riesgo de muerte inminente. La vacuna contra el hambre, repito, es comer, y comida hay suficiente, aunque jueguen con los tiempos almacenándola, creando momentos de aparente carencia para elevar los precios de los alimentos, y unos u otros hagan cerdadas de ese tipo para especular y ganar más. No hay gobiernos ni organizaciones que regulen todas estas malas prácticas comerciales que perjudican a la gran mayoría de consumidores mundiales, tampoco regulan las cantidades ni los destinos de los alimentos, no exigen que no se tiren alimentos ni que se hagan llegar a las zonas más deprimidas. No se hace una actuación en conjunto y solidaria para aportar técnica y conocimiento a esos pueblos pobres que están pereciendo apartados y silenciados por los medios de comunicación.
Las sociedades se han inventado lo de las ONGs y los camioncitos de comida y medicina que mandan en momentos cruciales o de necesidad propagandística, pero saben muy bien que eso es insuficiente, esa medida es ineficaz, no evita la muerte sino que la retarda unos días o unas semanas. Hay que desarrollar esas partes del mundo que siguen viviendo como en los tiempos de las cavernas, siempre que sean zonas del mundo sin recursos y resulten inhóspitas para sus pobladores. Hay que poner fin al genocidio mundial del que todos somos cómplices con nuestro silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

Mis tres primeros libros

Mis tres primeros libros

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE
Volumen 1, 2 y 3

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

TRABAJO INTERIOR

TRABAJO INTERIOR

UN POCO DE MÍ

UN POCO DE MÍ
Críticas y soluciones