lunes, 20 de abril de 2020

ES LA HORA DEL CAMBIO

dinero-senal-prohibido - Tarjeta de prepago - Tarjeta de crédito ...

                                     Imagen: tarjetacreditoprepago.com
Lo que pueda decir algunos lo entenderán mediatizado políticamente, pero debiera entenderlo humanamente, no partidariamente, no como ideología de ningún color o tendencia política. Para mí es necesario que dejemos de competir entre nosotros, la vida es posible sin esa competencia por vender, por tener más clientes que cualquiera, o por cifrar cantidades más elevadas que los demás. Toda esa energía empleada en eso podría ser utilizada para avanzar en la vida. La clave es avanzar juntos, en armonía, haciendo uso de la inteligencia, beneficiándonos todos, elevando nuestro nivel de respeto hacia el prójimo, deseando para los demás lo mejor y llegando, incluso, a amarnos todos.
Ya no hay nada que justifique la existencia del dinero, es totalmente posible vivir en orden y sin dinero. Si todos seguimos trabajando en las diversas áreas o sectores con el único fin de surtirnos de todo lo necesario, y todos pudiéramos hacerlo, me refiero a contribuir con el sistema social y a poder adquirir todo lo imprescindible gracias a su contribución con el sistema, ¿qué más nos puede hacer falta? Este sinsentido de competir por todo, por los avances tecnológicos con el fin de ser el primero y vender más. Estresarse continuamente en los trabajos para vender más. Albergar temor por perder el trabajo cuando no se alcanza la cifra de venta marcada por los jefes. Esas no son formas de vivir ni de llegar a sentirse bien o feliz. No hay que competir por los avances científicos o tecnológicos, hay que aunar ideas y fuerzas para avanzar entre los adelantos que somos capaces de imaginar entre todos. Otra sociedad es posible y de la que podemos salir todos mejor parados. Pleno empleo de inmediato porque todos podríamos realizar alguna labor en beneficio de la comunidad, podríamos ayudar en las industrias, en donde hiciera falta, y al trabajar todos solo necesitaríamos trabajar muchas menos horas, esa sería nuestra contribución con el sistema. A cambio tendríamos nuestra tarjeta magnética que acreditaría estar al día en colaboración, lo que nos facilita a adquirir todo lo que necesitemos. Es evidente que habría que tender a la fabricación de lo imprescindible, de lo básico o fundamental, es ahí donde habría que incidir más. Nadie compra nada, nadie vende nada, nadie compite por un mercado que sería de todos, y todos podríamos disfrutar de todo… ¡es sencillo! Se podría comenzar mañana mismo, todos seguimos haciendo lo que hacemos hoy, pero al trabajar todos, necesitaríamos hacerlo muchas menos horas. Hay que fomentar el amor a una forma de vivir más racional, lógica y justa… más humana desde mi punto de vista.
Es hora de voltear los demonios de quienes pensaron que solo el capitalismo daba sentido a la vida, cuando lo que inventaron fue la maquinaria de la explotación del trabajo y los esfuerzos de los demás. Es cierto que tú sacas tu sueldo, pero no es difícil entender que si por tu trabajo te dan 10 es porque tú generas 70 o 100. Después vienen todos esos argumentos de arriesgar su dinero, hacer la inversión, etc., pues hagamos ahora la inversión con el dinero de todos para poder llegar a un mundo como el que esbozo. Yo hablo de trabajar todos para todos, no todos para unos pocos, que es el sistema capitalista actual. Pero no quiero ni deseo entrar en pelea con el capitalismo, a mí eso me da igual, no es mi cometido, no es lo que sale de mi interior, lo que trato de explicar sí.
El dinero es corrupción, significa estrés, significa miedo, significa diferenciación, distancia, pelea, lucha por obtenerlo para ejercer poder sobre los demás, es un engaño por otro lado, es solo papel o metal con unos motivos y unas imágenes, no vale nada es ficticio y convenido su valor. Supongamos estos momentos de crisis en los que hay esa guerra infame de retención de productos, elevación salvaje de precios y ganancias ilimitadas para algunos; los que fabrican mascarilla sirven mascarillas sin coste alguno. Los que sirven las materias primas para fabricar las mascarillas, lo hacen a coste cero. Los sanitarios reciben las mascarillas y nadie paga por ellas. Todos, los operarios de la fábrica de mascarillas, los de la empresa que sirve las materias primas para fabricar mascarillas, los sanitarios, etc., todos tienen sus tarjetas de colaboración con el sistema con los registros diarios de estar colaborando y se dirigen a los centros comerciales a adquirir lo que necesitan, cuando lo necesitan y no pagan por los productos que adquieren, ¿dónde está el problema?
Si no hay dinero, sino esa forma de adquirir lo que se necesita, y todos estamos integrados en el sistema, y todos tenemos nuestra tarjeta, se acaba con los robos, no hay a quien vender nada puesto que todos pueden ir con su tarjeta al comercio a adquirirlo. Ganamos en seguridad por tanto. Nos quitamos el desempleo, nadie se nos queda detrás, todo es más justo y equitativo, esta sociedad está a la vuelta de la esquina, solo hay un problema, la maldad de algunos, que espero se desvanezca.

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