Se contrapone mi deseo de paz con
la realidad o, al menos, lo que considero es ese estado de paz que yo quisiera
reinara en el Planeta. Ese deseo mío es una quimera, no solo por la actuación
de las personas sino por la actuación del resto de los seres vivos que están en
constante alerta y lucha por su supervivencia. Desde las mismas plantas que
crecen a distinto ritmo y unas le ocultan los rayos de sol a otras, o bien,
crecen al pie de otras plantas a las que las van invadiendo y robando
nutrientes hasta que terminan con ellas. Con los animales no digamos, estamos
hartos de ver documentales en los que unas manadas atacan a otras para
aniquilar a los más lentos, débiles o inocentes crías, y le llaman selección
natural, siendo un cruel espectáculo. También los pájaros cazan insectos, y
otras aves mayores se comen a aquellos pájaros, y así sucesivamente hasta
llegar a lo más alto, al águila real. Si nos vamos a los mares y los océanos sucede
otro tanto de lo mismo, ya sabes el dicho: “El
pez grande se come al chico”; así que los más poderosos se alimentan de
otros peces u otros animales de menor tamaño. A veces, vemos que algunos se
acercan a los bancos de peces, abren sus grandes bocas y tragan decenas de
ellos. ¿Este es el mundo real, y es perfecto en sí?<< La realidad es que
es de este modo, no hay vuelta de hoja>>, ¿estoy engañado?, ¿estoy
rehuyendo la lucha y la violencia que, sin embargo, hacen falta para
sobrevivir? Me crea un conflicto, yo que no quiero que se maten animales ni
siquiera para que nosotros los humanos podamos alimentarnos.
Yo no puedo pretender que
convivan todas las especies en paz, comprendo que no me corresponde y es un
imposible. Esa peonza ya gira desde hace siglos, miles de años, con ese
movimiento y es imparable. Ese modus vivendi es una impronta grabada a fuego en
el cerebro de los animales, vegetales, etc. y no conozco forma de poder incidir
en algo que viene de otro nivel y supera a mi pobre mente. Digo esto, porque mi
mente es insignificante comparada con la energía que se mueve a diario para
generar ese comportamiento natural para los animales, plantas, etc. ¡No puedo
hacer nada por cambiarles, no me corresponde!, pero es inevitable que sienta el
error de la existencia de una cadena trófica, en lugar de un mundo de especies
diferentes que saben compartir el hábitat respetándose entre ellas. Ya sé lo
que planteo es idílico, porque lo que es… es, no vale inventar, sino aceptar o
comprender que hay voracidad, agresividad y asesinatos, en un intento por
dominar y subsistir. Me duele, pero es así, ¿tengo que aceptar que todo es
perfecto tal como está, o ni siquiera debiera cuestionármelo? Una vida así, nos
dice: “Estamos en constante peligro de
muerte”, en cualquier instante puede llegar el depredador y nos da
matarile, pero también alberga otros mensajes subliminales, llamémosles así, “Domina el más poderoso”, “Si vale matar,
vale casi cualquier cosa”, etc. Y entonces, podemos ver que algunos humanos
hayan entendido que lo que es válido en el reino salvaje o en la naturaleza, es
bueno en la sociedad de los hombres y mujeres. ¿De qué me quejo?
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