Ayer tuve ocasión de debatir un
poco con una persona que ocupa un cargo político y está al frente de una
empresa pública, que me van a disculpar no diga su nombre por motivos obvios.
Me quedó claro cómo piensa, algo que yo ya sospechaba, distancia la
Administración de la ciudadanía; habíamos llegado al extremo de hablar de la
situación laboral y él debió entrever por donde yo iba, o bien, me ha debido
leer en alguna ocasión expresándome sobre el tema, pues su reacción fue bien
rápida apostillando: ¿entonces tiene que ser la Administración la que tenga que
crear empleo? Yo le respondí con un SÍ rotundo, argumentándole que es una de
sus obligaciones, y tratando de decirle que no hay distancia entre la
Administración y la ciudadanía, que su razón de ser es la de gestionar las
decisiones que vengan bien a los ciudadanos, no la de legislar en su contra
como ha sucedido con las reformas laborales o la ley mordaza para no dejarnos
manifestarnos en libertad e ir en contra de los culpables de la situación
lamentable que estamos viviendo.
Yo sigo pensando que los
empresarios no van a terminar con el desempleo, pues no les interesa hacerlo.
Mientras se mantengan altos niveles de paro, ellos podrán ofrecer trabajo
basura, sueldos de pena y temporalidad absoluta y a su gusto. La Administración
tiene primero que ofrecer unas condiciones buenas para que los empresarios
creen empleo, pero si estos no lo hacen, le corresponde a la Administración
proteger la subsistencia de la ciudadanía y una de las formas más directas de
hacerlo es asegurándole el trabajo. Evidentemente la Administración no tiene
una varita mágica para sacar puestos de trabajo de debajo de una chistera, ni
de la noche a la mañana, pero como yo le dije a esa persona, ¿se sientan
diariamente los políticos a debatir, como primera preocupación, cómo conseguir
dar trabajo a la gente que no lo tiene? Y no supo contestar, sino que más bien
tomó la salida fácil y me tachó de utópico. Llama utopía a que se proponga que
un ente que sostenemos todos para gestionar nuestras decisiones y con ellas
mantener el bienestar de la población, o mejorarlo, trabaje en esa dirección,
lograr dotar a la sociedad de aquello que carece… ya comprendo que lo que se
vaya a hacer lo tenemos que pagar entre todos… no estoy requiriendo que los
políticos lo pongan de su bolsillo… puedo ser un soñador pero no soy tonto.
Una vez llegados a este punto no
pude menos que decir que de un pensamiento distinto a lo reglado o
reglamentario, es la forma de conseguir resultados diferentes, y que lo que hay
que hacer es industrializarse, tener un plan para crecer en empresas, y si las
tenemos que crear entre todos, tendrá que ser de este modo, y si hay que dejar
de gastar en otras cosas menos necesarias, habrá que hacerlo. Hay por delante
una tarea muy bonita de mentalización de la población para que entiendan que si
damos este paso, tendremos que abonar más pero que será para implantar
industrias, empresas en general, comercios, para paliar el paro; eso en primer
lugar, y después habrá que seguir mentalizando a la población para que tome
conciencia de que debemos consumir nuestros productos y servicios, pues es la
forma de asegurar la viabilidad de aquellas industrias o empresas que se creen.
Y llegados a este tema vuelve a entrar en juego las condiciones económicas de
las personas, que es la justifica en la mayoría de las veces que se consuman
productos importados y baratos, sencillamente, porque que cuestan menos y los
sueldos son muy bajos. Esta es la pescadilla que se muerde la cola: se gana
poco, se gasta poco y, cuando no hay más remedio, se buscan los precios más
económicos, por eso se compra tanto en los bazares chinos… no son artículos de
buena calidad pero son baratos. Yo preferiría comprar productos de mi localidad
primero, de mi provincia después, de mi comunidad, por último manufacturado en
España, antes que adquirir algo fabricado en el extranjero, pero para ello tenemos
que comer, pagar nuestras facturas y que el dinero dé para gastar en productos
de mayor calidad y, por tanto, más caros y mejores.
Lo expuesto nos da una idea de
cómo está el patio, los políticos creen que exigir una solución al desempleo a
los entes que mantenemos con la contribución de todos, es de algún modo atacar
a la Administración, y te dicen claramente que no les corresponde hacerlo. Si
es un problema que tiene la población, yo digo que tiene que dar soluciones la
Administración, pero soluciones reales, no queremos estar subvencionados con
ayudas ridículas, queremos trabajar y traer un sueldo digno a casa, pues si
ahora se es mucho más pobre que hace unos años, a pesar de estar trabajando, será
porque las medidas tomadas no habrán sido las oportunas. Habrá que hacer otra
cosa, actuar de otro modo, implicarse de otra manera.
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