Ya estamos a miércoles, en breve
otra semana habrá pasado, algunos estarán deseando que el tiempo pase corriendo
porque estarán a la espera de algo, otros quisieran que pasara más lentamente
porque ven el final cerca. Hay lecturas que nos han condicionado con
aseveraciones como que cada uno ha venido a hacer una misión concreta, o que
tenemos un destino y todo está previsto ya de antemano, etc. Yo digo que la
vida, nuestra existencia se compone de instantes y que debemos saber ser
felices en cada uno de esos instantes, sin más comeduras de coco. Cuanto más
esfuerzo hagamos por ser felices; más angustia y ansiedad nos proporcionaremos.
No es cuestión de esfuerzos sino de intención, de atención y observación, de
aprendizaje si quieres, pero de un aprendizaje de la forma en que vivimos, adecuándola
a las circunstancias. Aceptar, comprender, fluir, dejar de complicarnos, evitar
confrontaciones inútiles, simplificando nuestras vidas en todos los órdenes. Dedicar
más tiempo a lo que nos gusta o apasiona hacer, y hacer con gusto lo que no nos
gusta tanto, algo que se puede conseguir cuando se comienza a hacer con otra
actitud más positiva, comprendiendo que tenemos que hacer esto que no nos gusta
tanto quizá porque es nuestro medio de vida.
No te quejes de tu vida, fíjate esas
pobres personas a las que les acaban de diagnosticar un mal incurable y, por
tanto, solo un periodo de vida corto. Tú lo tienes todo a tu alcance para ser
feliz si no caes en el error de desear lo que no tienes. Acéptate, conócete,
trata de comprender a los demás, no te compliques gratuitamente que te
producirá sufrimiento. Vuélvete más silencioso/a, observa, aprende, disfruta y
se feliz. Por la boca se pierde mucha energía que te puede hacer falta para
otras tareas. Aquellos que más hablan son los que casi siempre cometen más
errores y, también, son los que quedan presos de sus palabras y compromisos
verbales. Va y viene, pero no digas de qué vas ni para qué vienes, solo actúa,
experimenta, sigue observando, mira lo que piensas, también lo que sientes
instante a instante.
No busques fuera como una loca,
hay personas que se apuntan a cincuenta cursos, van a dieciocho charlas, hacen
cuarenta trabajos interiores, porque esperan que les llegue la gracia con cualquiera
de esas influencias externas, hacen de todo menos cambiarse ellas. Hay que
comenzar por observarse conscientemente y constantemente para cambiar, entonces
se produce la transformación. Tu mejor maestro eres tú, la observación
continuada sobre ti, tu mente y tu entorno. Ya con eso aprenderás lo suficiente
como para que el cambio se materialice. Si no quieres abandonar la zona de
confort, el punto de anclaje actual, no se producirá cambio alguno. Hay personas
que dicen llenas de orgullo que ellas son así y que no van a cambiar, entonces
solo queda seguir siendo como son, que no esperen milagros. Suelen decirlo en
alguna discusión cuando se les hace ver que tal o cual forma no son las
adecuadas o son molestas, entonces se indignan y, bravuconamente, se defienden.
No son capaces de adoptar una posición más flexible y comprobar qué hay de
cierto en aquella observación que le están haciendo, y aprender de ella. Para
comenzar este día ya tenemos por delante bastante tema, solo aprovecho para
desearte que seas muy feliz y que vivas un día maravilloso. Eso va a depender
de tus respuestas a cada circunstancia que se te plantee, verás que es así. Un
abrazo muy fuerte.
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