Sigue el curso de Biomagnetismo y
qué os puedo decir… pues que se aprenden cosas que exceden la razón pero que se
hacen evidentes en las prácticas, por ejemplo ayer mostró el profesor cómo se
debía hacer un tratamiento con imanes a distancia, sobre una persona que hace
de “antena” y sobre la que se aplican los imanes como si fuera la persona que
en la distancia se desea tratar. En nuestro caso, una chica que tiene un hijo
que está delicado por una enfermedad que acarrea desde que nació, se prestó a
hacerle el tratamiento a su hijo a través de ella, y fue curiosísimo cómo se
evidenciaban los síntomas que padecía su hijo en ella, como así corroboró la
chica una vez finalizada la sesión. Me doy cuenta de todas las maneras
descubiertas de hablar con el inconsciente de las personas para que colaboren en
acciones como esta, de los modos de curación no aceptados en el sistema
sanitario y de cuanto nos perdemos todos por esa rigidez legal de la medicina
alopática que no permite que todas estas técnicas prosperen en los centros
sanitarios y nos podamos beneficiar todos, o aquellas personas que quisieran
ser tratadas por especialidades diferentes a las impuestas en nuestros
hospitales.
No entiendo por qué en la sanidad
que pagamos entre todos los españoles, los Gobiernos se suceden sin que a
ninguno se le ocurra liberalizar la profesión sanitaria y dentro de los centros
de salud y hospitales tenga cabida el resto de remedios y métodos para la
sanación, que existen. Creo que como españoles tenemos derecho a ser tratados
con la medicina que nos apetezca y no con las que nos imponen. Con esto no
estoy queriendo decir que la medicina actual
no valga, en absoluto, sino que creo más beneficioso para todos que si
colaboran todos los puntos de vista y las diferentes modalidades o técnicas, se
puede llegar a la raíz de las problemas que nos hacen enfermar, y se puede
tratar al cuerpo de un modo menos agresivo y con menos efectos secundarios, que
si se hace solo con los medios convencionales: intervenciones quirúrgicas,
drogas, quimio, radiaciones, etc. Hay tantas técnicas terapéuticas y tantas
personas especializadas en ellas, que el sistema sanitario se podría beneficiar
de la colaboración y puesta en marcha de todas ellas al mismo tiempo. Siempre
habría tiempo para usar las técnicas más invasivas y peligrosas, cuando se
agotaran las esperanzas con todas aquellas técnicas que son más naturales para
nuestro cuerpo.
La medicina alopática no es la
única medicina que funciona, eso nos lo tenemos que quitar de la cabeza, en el
Planeta hay muchas formas de sanar el cuerpo, solo que no tienen detrás una
industria tan potente como la farmacéutica; que es la que impone a los
Gobiernos cómo se debe atender a la población y que recursos usar, por lo
general nadie se escapa de tener que consumir medicinas (drogas químicas), a
ser posible, toda la vida. De ese modo se ha convertido, quizá, en la primera
industria mundial en cuanto a facturación. Si vas al médico, sales con la
receta correspondiente dirigida a paliar el síntoma que le hayas manifestado al
doctor. El médico utiliza la medicina como un dardo con el que trata de
impactar sobre el síntoma, pero, la raíz del problema que causó el síntoma,
¿cuál es?, normalmente, no lo sabrás nunca. La mayoría de las veces sanarías
con tan solo modificar tus hábitos alimenticios o cualquier otro aspecto de tu
vida, pero lo más sencillo para todos es tomar una medicina que pone en riesgo
tu salud, porque casi siempre silencian el síntoma, pero con la toma continuada
van generando, poco a poco, cualquier otra dolencia o enfermedad, y así la
próxima vez, al cabo de unos meses o años, vuelves a la consulta del doctor
para que te trate un nuevo síntoma o dolencia, y te receta otro fármaco (eres
cliente de las farmacéuticas de por vida), ¡objetivo cumplido!
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