En este caso el asunto va de
dinero, ¿qué va a suceder con el dinero físico: billetes y monedas? Dicen que
los del club Bidelberg están planificando un movimiento por el que en el
próximo 2020, quieren dejar sin valor el dinero en efectivo. A partir de entonces
ninguna transacción se podrá realizar billetes en mano, habrá que efectuarla
mediante tarjeta de plástico o por transferencia bancaria. El dinero será desde
ese momento un apunte virtual en una contabilidad de un banco. Sus ahorros no
servirán para que usted se pueda dirigir, como hace ahora, a su entidad
bancaria y retire el dinero que le plazca y haga con él lo que quiera, se lo
regale a su suegra, a su hijo o lo entregue a una asociación de beneficencia.
Nada de eso será posible, usted no portará pasta en el bolsillo, solo su
tarjeta o su móvil, por cualquiera de esos dos recursos usted podrá pagar y
ellos siempre sabrán en qué gasta usted, qué compra, cuáles son sus proveedores
favoritos, cuáles son sus tendencias en cuanto a moda y, quizás, esto dé pie a
que le inunden de ofertas que usted no sabrá cómo llegan hasta su domicilio o
su email, y por qué coinciden tanto con sus gustos. El control puede llegar a
ser asfixiante.
Puede que el 2020 suponga el
final del dinero tal como lo conocemos ahora. El Club Bidelberg se sabe que se
reunió en secreto en Londres para tratar sobre este tema del fin del dinero físico,
porque pretenden una sociedad sin dinero en efectivo, y como dije antes,
obtendrán a cambio un vasto control de todos nosotros, pero la verdad es que
persiguen que los ahorradores no puedan retirar sus ahorros cuando se produzcan
baches en la economía y haya que disponer del dinero depositado en los bancos
para salvar al sistema financiero, que anda malherido en medio mundo. De esta
manera evitan las retiradas masivas de capitales, porque ellos saben que muchas
de esas cantidades son solo apuntes contables, el dinero no existe o no está
disponible para que sus dueños lo retiren, mucho menos en circunstancias de
crisis económica. Al mismo tiempo, consiguen una libertad absoluta para obtener
muchos más beneficios gravando cada transacción electrónica, llamémosle, uso de
la tarjeta de plástico, hacer transferencia y ya no se podrá ir al cajero
porque no hay dinero para llevarse… es el fin del dinero físico en efectivo…
los billetes y las monedas… ¡ciao! Los bancos cobrarán por todo y se harán de
un poder despótico sobre todos nosotros.
No servirá guardar dinero bajo el
colchón. Hay una salida a este endiablado plan mundial, llevarse los ahorros de
los bancos y comprar oro, invertir en la moneda internacional. Aunque como todo
mercado, si existe cantidad de demanda puede ser que comprar oro se encarezca
de repente, y que vender cuando se necesite se abarate, por igual razón, exceso
de ofertas.
Otros creen que lo que pretende
esta minoría puede acabar con las malas prácticas, pero esto es un engaño,
puesto que ellos han sido los principales protagonistas de todo aquello con lo
que dicen van a acabar: paraísos fiscales, blanqueo de dinero, tráfico de
armas, lucha contra el terrorismo, prostitución o narcotráfico. Vuelvo a
repetir que no es creíble ya que son los mismos que han promovido y se han valido
de todas estas actividades ilegales y letales. Además, si no resulta difícil
ocultar bolsas o maletines llenos de dinero negro, con mayor facilidad se
ocultan apuntes contables o dígitos virtuales. Se trata de una férrea vigilancia
bajo el pretexto de la seguridad.
Lo cierto es que en algunos
Países Nórdicos ya no admiten dinero en efectivo para pagar en hoteles,
tiendas, restaurantes, etc. y, ya sabes, cuando las barbas de tu vecino veas
pelar, pon las tuyas a remojar.
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