Acabamos de entrar en primavera y
parece que estamos en otoño, algunos días hasta parece que estuviéramos entrando
en invierno, lo digo por el frío, los vientos y las lluvias. En casi todo el
Norte de España está nevando, esa es la sorpresa que trae esta primavera. Es
como si estuviéramos pasando por un periodo interglaciar, es como una
transición del clima, quizá, a lo que le llaman cambio climático y culpan a la
contaminación, pero puede ser que corresponda al Planeta comportarse de este
modo, y que a lo largo de la historia ya haya sucedido de igual modo, pero que
nosotros no lo hayamos conocido. De los que estamos aquí, creo que nadie puede
saber a ciencia cierta qué ocurrió hace mil años o dos mil años. Tal vez nadie
conozca cuál es el ciclo natural del Planeta.
¿Hay que alarmarse?, yo digo:
¿para qué nos vamos a alarmar?, si algo ha de suceder y está fuera de nuestra
capacidad de acción, para nada nos servirá asustarnos. Lo que tenga que ser,
será. Lo que tenga que ocurrir, ocurrirá. ¿Estoy diciendo, con esto, que lo de
la contaminación o cuidar el Planeta es una gilipollez?, pues no, no quiero
decir eso. Es de sentido común que si cuidamos el aire que respiramos, entrará
en nuestros pulmones un aire de mejor calidad, nuestro cuerpo se oxigenará
mejor y nos encontraremos más sanos y vitales. Algunos dirán y para qué
hacerlo, para qué cuidar el medio ambiente si va a suceder tal o cual cosa.
Puede que ocurra o puede que no sea así, eso no está en nuestra mano evitarlo,
pero mientras tanto tener un medio más saludable sí que es tarea nuestra, de
todos. ¿Quién sabe lo que va a suceder y si va a suceder algo? Los científicos solo
pueden hablar de hipótesis, solo pueden hacer deducciones por indicios
observados, pero no hay nada de nada a ciencia cierta. El Planeta, como ser
vivo que es, tiene su capacidad de reacción y, se supone, que tendrá su
facultad de restablecer su equilibrio, tal vez solo esté sucediendo eso, por
esto el tiempo se muestra tan cambiante, se está reajustando, está depurándose o
limpiándose.
Llevan años alarmándonos con el
deshielo de los polos, las grandes inundaciones que se provocarían, el agua de
los mares se iba a volver dulce y, sin embargo, eso va sucediendo lentamente y
no se aprecian esas catástrofes anunciadas más allá de situaciones más o menos
normales. No nos confundamos con las lluvias intensas en ciertas ciudades que
han quedado anegadas. También hemos visto lenguas de tierra que han avanzado,
son montañas que se han desmoronado y han sepultado pueblos enteros que estaban
ubicados en sus faldas. En otros lugares han soportado temblores de tierra de
magnitudes importantes, ocasionando derrumbes de pueblos y ciudades.
Puntualmente, en otros extremos del Planeta los tsunamis han traído la
tragedia, ¿tenemos que pensar en el fin del mundo o la desaparición de la
humanidad? Yo creo que no, hay que ser optimista, probablemente pueda estar
sucediendo algo muy sencillo de imaginar: si a un cuerpo estabilizado le modificas
la carga, el peso de unos lados y otros, aquel cuerpo si tuviera la posibilidad
de moverse para seguir en equilibrio, lo haría. Si perforamos y extraemos miles
de toneladas de materiales y tierra de unos lugares y los trasladamos a otros
lugares, quizás, eso dé motivo para un lento movimiento en la búsqueda del
nuevo centro de gravedad. Esto en física le ocurre a todos los cuerpos sólidos,
así que se feliz y no te preocupes por lo que no está en nuestras manos. ¡Qué
tengas un buen día hermano/a!
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