Aunque incorrecto, fuimos testigos de la lluvia escasa de barro hacia los cuerpos o las cabezas, más bien, de los reyes. También volaron palos hacia el cuerpo del Presidente Sánchez, igualmente incorrecto, pero justo, porque al pueblo no se le puede hacer todo lo que venga en ganas, ya está bien de ningunearlo y de aparecer cuando se quiera solo para retratarse. Ante una catástrofe de esa magnitud hay que declarar el estado de alarma, que para eso el Art. 116 de La Constitución habilita al Gobierno a declararlo mediante un decreto que salga del Consejo de Ministros, dando debida cuenta al resto de Diputados del Congreso. Sánchez se tendría que haber vuelto urgentemente de La India ante la catástrofe acaecida en nuestro país, haber citado de urgencia y en el mismo momento a todos los Ministros, y haber decretado el esta de alarma, enviando al instante militares, bomberos, policías, maquinaria, camiones y todo lo que hiciera falta para suplir el dolor, y todas las carencias que pudiera estar padeciendo la población de las diferentes localidades valencianas afectadas por las riadas.
Si no se hace nada de eso, y solo se trata de empeorar las cosas con el tú más, y es tu responsabilidad porque para eso tienes las competencias, y tiéndete a mis pies, que para eso yo soy el presidente y tú debes pedirme ayuda expresamente, pues iros todos a la mierda. Si a lo que se dedicáis es a rivalizar ante los ciudadanos para alcanzar mejores resultados en próximas elecciones, pues se habéis llevado la respuesta del pueblo indignado, dolido y mancillado. Poco barro y pocos palos volaron sobre vuestras cabezas, os debieron de haber echados de sus pueblos, de sus ciudades, no sois dignos de pisar sus calles. La gente está rebasada, se siente impotente, tiene rabia de no poder con la tragedia, con los muertos que van a ser varios miles, tal vez, pues aún se desconoce qué se van a encontrar en los bajos de los parkings todavía inundados, porque la alarma a los móviles entró a una mala hora, pasadas las 20 h., cuando había cantidad de gente en la calle o haciendo compras, puesto que el Gobierno de la Comunidad previamente anunció que a partir de la 18 h. el tiempo amainaba. Al recibir la alerta en los móviles, la gente, según testigos, procuró bajar a los aparcamientos a retirar sus vehículos para volver cuanto antes a casa, y parece ser que les sorprendió la inundación metida en los sótanos. El drama mayor puede que esté por llegar.
Yo hubiera actuado desde el primer momento, porque es lo que necesita la gente que se encuentra acorralada y con el agua al cuello, nunca mejor dicho. A mí no se me ocurre putearles por asuntos de interés político, y una engorrosa burocracia que nadie va a entender mientras se siguen muriendo personas, que tal vez se podrían haber salvado si la búsqueda hubiera sido inmediata, e ir a pasear entre las personas a las que no he dado la ayuda que necesitan. Poco barro voló y pocos palos fueron lanzados por los ciudadanos indignados, Sánchez, ciudadanos indignados por vuestra inutilidad, no ciudadanos marginales, gente baja, tú, gentuza, tú, que no nos representas a nadie, no eres digno de seguir en el cargo ni un día más. Y el subvencionado, bien podría como jefe de los ejércitos, haber dispuesto todo para que a las pocas horas ya pudieran haber aparecido militares en los lugares más afectados para ayudar, aunque la Robles, sí a propósito con el artículo determinado, diga que el ejército no está para achicar agua y ayudar en estas catástrofes porque tienen sus propias funciones. ¡No más parásitos a nuestra costa!
Seguiremos...
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