Ayer pude leer en Twitter que las autoridades europeas recomendaban no felicitar las Navidades porque ofendía a los musulmanes, y yo me pregunto: ¿A dónde va a llegar este absurdo y esta imposición de los que nos están invadiendo? ¿Hasta dónde se van a seguir bajando los pantalones las autoridades europeas, o simplemente van a ir sin pantalones, sin calzoncillos y que les empalen directamente? ¿Hasta dónde va a llegar esta broma? O sea, que ellos, los invasores, sí pueden festejar lo que quieran, se pueden poner a rezar donde les plazca, pueden vestir como quieran, taparse y solo dejar los ojos a la vista, imponer que les sirvan comida como ellos quieran, según sus ritos, asesinar corderos en patios, calles o escaleras de pisos, desear copular con todas las mujeres que se crucen en su camino, o casarse con niñas de 9 ó 10 años, porque es su tradición, pero nuestra religión, tradición o costumbres se han de anular para hacer a los invasores más felices y fuertes frente a la sociedad y el país que les acoge... ¡Qué locura es esta!
Lo primero que debieron hacer las autoridades es ponerse en su sitio y defender a los que les pagan, que les pagamos para que aseguren nuestro bienestar y hagan progresar a nuestros países, pero les aseguro que están consiguiendo y persiguiendo, por los motivos que sean, otros bien distintos. Hablan de que hay un potente negocio montado alrededor de la inmigración ilegal, ¿Dónde se ha visto que a la gente que incumple las leyes de un país para ingresar a él, se le agasaje de tal modo que se les premie su delincuencia, la de haber entrado sin respetar las leyes de los países, con pagas, alojamientos en hoteles, comida a su gusto, móviles, líneas gratis de teléfono e Internet y, además, anteponiendo sus tradiciones y costumbres a las de los nativos de los países que van invadiendo. Todo esto está produciendo un malestar general en los países de acogida, porque entran a la fuerza y sin control alguno, porque inundan las calles, porque muchos delinquen al poco de llegar, porque abusan de las mujeres, porque se creen que las mujeres son seres menores o peores y que les pertenecen, porque les apedrean, porque les pegan, a veces en público porque tal o cual comportamiento los varones los consideran deshonrosos.
Yo no soy de Navidad y casi de ninguna festividad, no soy religioso, pero entiendo que el quiera seguir su tradición en este país y el resto de Europa, que lo haga, y felicite la Navidad y lo que quiera felicitar, igual que harán los musulmanes con sus costumbres, que siempre deben cumplir nuestras leyes y estar reguladas por la autoridades, no al contrario, como quieren que hagamos, que seamos nosotros los que cambiemos nuestras costumbres y comportamientos, ¡que los cambien ellos, que no están en sus países! Si no existiera ese complot-negocio extraño de las autoridades europeas, no tendríamos que estar hablando de este tema, las autoridades no debieran dar pie a que se lie algo, a que haya enfrentamientos, ellas debieran haber frenado las reclamaciones ilógicas que hacen los invasores. Aquí no se lleva velo, muchos menos burka, no se reza en las calles, no se puede contraer matrimonio ni tener sexo con niñas, no se apedrean mujeres, la mujer no es una posesión del hombre, no hay comida halal ni se la voy a procurar, trabaje, gane dinero e impórtela de su país, que si pasa los controles sanitarios y de aduanas, le llegará y si no lo supera, usted no comerá comida halal. Aquí no pueden asesinar animales si no es en un matadero (para mí es una desgracia hasta haciéndolo así), etc., pues es de la forma que desde un principio debieron responder las autoridades europeas para hacerles saber a estos invasores, que hay que cumplir unas leyes y que no nos arrodillamos ni nos doblegamos a sus costumbres.
Seguiremos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario